PENYES DEL ROSET
Estupenda mañana con los amigos de paseo por Les Penyes del Roset, uno se los paisajes alacantones más sorprendentes: el enorme caos de rocas que produjo el terremoto de Lisboa de 1/nov/1755, un lugar único.Ahí vamos ya caminando por lo más hondo del río Coscó, con salida junto a la Font de Roset. El sendero por el lecho del río, seco, y ya bien arriba llegamos a un cruce de caminos, un cruce de barranqueras jeje. A derechas a la Llibrería, arriba, en busca de los altos de la Martina y de la font de Vivens, y a izquierdas, nuestro camino, en busca de las Peñas de Roset. Algunos pasos divertidos y de normal sencillo y bien arriba una cerrada de libro. Como no se puede pasar, regresamos sobre nuestros pasos y al poco tomamos a derechas un sendero que apenas se ve y que está marcado con mojones. Algún pequeño tramo gateando y arriba se sale a senda bien marcada que nos lleva directos a una gigantesca pared. Las fotos y más adelante de nuevo sobre senda marcada se da la vuelta a la montaña y ahora las vistas tremendas con el camino por el que hemos venido a nuestros pies.
Estamos en la cara norte, con todos los enormes cortados tan característicos del Roset. Ahora el piso lo conforman lascas de piedra de todos los tamaños y peligrosidades. Vamos con cuidado bien cerca del nacimiento de las paredes. En un espléndido mirador aprovechamos para echar el bocado y luego retomamos la marcheta hasta llegar a un punto en el que toca una subida para entrar en una oquedad que esconde un tremendo corte, bueno dos: uno hacia arriba, hacia lo alto de la mole, y otro hacia abajo, al centro de la tierra. Las fotos y deshacemos camino para continuar por el tremendo caos. Al tiempo unos perros con dueño. Son unos escaladores que están apostados en unas rocas haciendo bulder. Tras la charra seguimos camino por el caos de rocas. Perdemos la línea y nos vamos abajo y acabamos saliendo a un sendero junto a unos bancales arados. Aunque hay un cartel de propiedad privada seguimos a derechas. El sendero se abre y al tiempo llegamos a una casa. El dueño nos dice que estamos en propiedad privada, pero muy amable nos deja pasar. Así, seguimos un rato y al poco el camino se precipita cuesta abajo hasta llegar al lecho del Coscó, con su PR jeje. Le tiramos hacia arriba y en breve llegamos a la Font del Roset y al punto de partida.
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