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Castañar del Temblar, Segura de Toro, Valle del Ambroz |
De Este a Oeste cruzo la Península en compañía de Javier para dar cuenta de los territorios ibéricos más extremos y duros. Ya de noche paramos la furgo en un pueblo perdido del mundo, La Pesga, y en una terraza admiramos el silencio y la tranquilidad. Al tiempo, al levantarnos, el GPS se vuelve loco y equivocamos el rumbo. En el túnel del tiempo estamos, dando vueltas y más vueltas por carreterillas que no tienen fin. Cuando de últimas llegamos a Ríomalo de Abajo nos abrazamos como si hubiésemos acabado la aventura. Y no ha hecho más que empezar. |
Cañada Real Trujillana |
Día uno. Las Batuecas. De Ríomalo de Abajo a Las Mestas. Dormimos mecidos por el murmullo de las aguas del río Ladrillar. A la mañana ya sobre las burras salimos del pueblo y al cruzar el río Alagón entramos en Las Batuecas, comarca de la provincia de Salamanca. Tiramos por una carreterilla solitaria hasta el pueblo de Herguijuela de la Sierra, que mantiene su aire serrano con sus casas de pizarra y madera, sus frondosos bosques y tierras cultivadas de cerezos y huertas. El agua por todas partes. Ganamos varios pueblos a cuál más bonito en un continuo sube y baja. En Cepeda tomamos la fabulosa Senda del Agua, que nos lleva al bellísimo Mogarraz. Paseamos sus callejas y echamos el rato de charla con sus simpáticos lugareños. Luego por asfalto al famoso pueblo de La Alberca, donde reponemos fuerzas en su plaza porticada. Al salir de La Alberca encaramos la pared del día: un puerto de unos 15 kms para ganar la Peña de Francia. Nos lo tomamos con calma, dando pedales y espolsándonos las pesadas moscas... Una vez arriba disfrutamos de las vistas: al norte la meseta salmantina, al sur las planicies cacereñas, al oeste la Sierra de Gata y las tierras portuguesas, tan cercanas, y al este, la Sierra de Béjar, nevada. A la bajada nos ponemos toda la ropa que llevamos y en una curva tomamos una pista a derechas que nos lleva por una cuerda al Puerto de El Portillo. La sinuosa bajada la hacemos bajo la lluvia, y a sus pies entramos en el Valle de Las Batuecas, con el impactante Monasterio de las Carmelitas Descalzas a su entrada. Un lugar sin duda para la meditación y el recogimiento. Por la mirilla del portón observamos los jardines interiores, que parecen, sin duda, el túnel del tiempo. Al seguir nuestro camino, siempre en bajada, entramos en Extremadura, en la comarca de Las Hurdes, en el pueblecito de Las Mestas, donde nos espera un simpático noruego que regenta unas cabañas donde pasaremos la noche. |
Mogarraz
| La Alberca |
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Santuario de Peña de Francia |
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Valle de Las Batuecas y su monasterio |
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Entrada al Monasterio de las Carmelitas Descalzas |
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Puerto de El Portillo |
Día dos. Las Hurdes I. De Las Mestas a Caminomorisco. Con la fuerza que nos da haber probado el Ciripolen y después de desayunar en El Tío Picho, nos ponemos en ruta por un buen rato remontando el río Ladrillar hasta lo más alto, donde visitamos el pequeño pueblecito de Ríomalo de Arriba. La poderosa cerrada de montañas nos toca ganarla por una pista bien sentada. Un puertaco importante para caer del otro lado al Valle del río Hurdano. La pizarra, el monte bajo, los pueblos minúsculos, las manchas de bosques, el agua por todas partes. Estamos en la inhóspita comarca de Las Hurdes. Bajamos y bajamos y ya a mediodía nos sentamos a almorzar en el bar en Nuñomoral, donde probamos varias delicatessen y entre ellas el exquisito Zorongollo, a base de pimiento y huevo duro. Luego retomamos camino para entrar en Cerezal, y luego en el embalse de Arrocerezal nos espera un tremendo paredón para ganar una cuerda en la que pasaremos gran parte de la tarde. El territorio, de lo más desolado. La sensación de estar perdidos en un inmenso mar de montañas. Las nubes que vienen y van. La soledad en estado puro. Muy dura la subida y luego toboganes y más toboganes que parecen no tener fin. Y cuando de últimas parece que toca bajar al valle, Javi rompe el cable del desviador trasero. Lejos de hundirnos buscamos una solución. Bajamos hasta por fin salir a asfalto y al primer pueblecito: Aldehuela. Algunos toboganes en los que echa Javi el resto en las subidas, con el plato grande y el piñón pequeño... Asi, pegados por kms y kms al cauce del río Esperabán, una auténtica delicia. Más pueblos, y entre ellos losbellos Erías y Castillo. Ya abajo ponemos rumbo a Pinofranqueado, el pueblo más grande del valle, donde un lugareño nos ha dicho que hay un taller de coches. Y en él tenemos la fortuna de poder reponer el cable de la bici. Cayendo la tarde ponemos rumbo a Caminomorisco, donde tenemos contratada una habitación en el Hostal El Abuelo.
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Río Malo de Arriba |
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Valle del Río Ladrillar |
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Cerezal |
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Collado de Riscosillo |
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Valle del Río Esperabán |
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Castillo |
Día tres. Las Hurdes II. De Caminomorisco a Ríomalo de Abajo. Desayunados como campeones, con la bici de Javi desajustada y con el cansancio de dos días de ciclismo bien duros, salimos de Caminomorisco con el freno puesto, espectantes, sin acabar de arrancar. En Casar de Palomero celebran su día grande. Las calles cortadas, los músicos, los niños. Al pasarlo, dejamos el asfalto y nos adentramos por el río Los Ángeles hacia Rivera Oveja, y por campos y caminos dirección Vegas de Coria, en cuyo bar almorzamos y luego seguimos hasta Arrolobos, donde tomamos una estupenda pista que nos devuelve a Ríomalo de Abajo, punto de partida de la aventura hurdana, pasando antes por el muy fotogénico Meandro Melero, un sitio único en el mundo donde el túnel del tiempo transita en forma de curva que no tiene fin. |
Molino en Casar de Palomero |
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Río Los Ángeles |
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Arrolobos |
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RíoHurdano |
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Meandro Melero en el Río Alagón |
Día cuatro. El Valle del Ambroz. Hervás- Gargantilla- Segura de Toro- Casas del Monte.
Bien temprano paseamos el pintoresco pueblo de Hervás con su famosa judería, desayunamos y después de visitar la tienda de bicis para ajustar algunas cosas salimos dirección al Castañar del Duque. Enseguida las primeras cuestas y los robledales que dan paso a los castañares. Se hace difícil avanzar rodeados de tanta belleza en tan fabuloso bosque. Y también por lo empinadas de algunas cuestas, que nos ponen a prueba y de qué manera! Al bajar entramos en el pueblo de Gargantilla, donde reponemos agua. Al rato en un cruce dejamos el track que llevamos y nos aventuramos por una senda muy golosa, vadeamos varios arroyos que bajan bravos y de últimas salimos al pueblo de Segura de Toro. Nos salen a dar la bienvenida unos cerdos, Bartolo y Bartola, el abuelo Jacinto y el alcalde José. Luego vamos a visitar la antigua Torre, donde la leyenda dice que mataron a la reina (y nadie en el pueblo sabe de qué reina se trata...). En una calle una abuela muy muy vieja nos informa que no tiene salida, y un hombre mayor, Fausto, al oír que somos de Alicante se viene arriba porque el vivió muchos años en Torrellano y se ofrece a enseñarnos su espléndido huerto, invitándonos a almorzar. Del túnel del tiempo no salimos, y ahora va y se para en Segura de Toro. Cuando nos despedimos equivocamos el rumbo y nos toca volver, para encarar otro cuestión tremendo que nos mete en un paraje mágico: el Castañar del Temblar. Impresionan los enormes árboles centenarios, y en su sombra dejamos pasar el tiempo... Al bajar volvemos a pasar por Segura de Toro y esta vez sí ponemos rumbo a Casas del Monte, en cuyo bar comemos unas deliciosas migas con chorizo, para seguir luego estudiando los altos valores de la siesta extremeña en el bello río que atraviesa el pueblo. Es la hora de nadie, y nosotros igual seguimos camino, y sin saber cómo ni porqué nos vemos rodando en la Vía de la Plata, famosa en el mundo entero. Y rodando y rodando nos cruzamos con ...un ciclista! EUREKA!! Un ciclista que en su tiempo fue profesional. Por un buen rato juntos y nos cuenta vida y milagros de compañeros suyos y batallas de toda índole ...en el famoso túnel del tiempo. Cuando nos separamos aún nos queda un buen trecho por caminos y sendas, siempre emboscados entre robles y alcornoques, tan familiares.
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Hervás |
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Castañar del Duque |
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Gargantilla |
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Torre de Segura de Toro |
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Castañar del Temblar |
Día cinco. Malparida de Plasencia - Parque Nacional de Monfragüe.
Salimos de Malparida bien temprano con el buche repleto de churros por la Cañada Real trujillense. Con el rocío de la primera mañana, pistas y sendas muy rápidas y divertidas entre las dehesas donde pastan vacas y toros, todo un espectáculo. Luego un corto pero exigente paredón para entrar en el Parque de Monfragüe. Una vez dentro el rápido descenso a Villarreal de San Carlos, donde visitamos la Oficina del Parque y nos informan que en esta época del año están cerrados todos los recorridos BTT. Así, vamos por asfalto al famoso Salto del Gitano, donde no hay gitanos y parece que algún ave hay, y lo que hay y en abundancia son guiris centroeuropeos ataviados a la moda CorteInglés y con teleobjetivos por los que sin duda se puede observar ...el túnel del tiempo. Luego tomamos una carretera que cruza parte del Parque con numerosos miradores de avistamiento de aves. Por el río Tiétar a La Bazagona y salimos del Parque, y por asfalto y con el viento de cara de regreso a Malpartida, donde los chinatos pasean en coches rugientes y la música a toda pastilla, ajenos parece a la grandeza que les rodea.
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Cañada Real Trujillana |
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Río Tajo |
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Salto del Gitano |
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