EL C A R C H E
Cruzo el pueblo en busca de la salida hacia la hermosa pedanía de Raspay, ya en territorio murciano y a los pies de la mole montañosa. Se sube tendido por asfalto. 0 coches... Una vez en Raspay por pista de medio pelo y las primeras cuestas. Más arriba el firme muy malo, y con la gravel toca acompañar a la bici en alguna ocasión jeje. Más arriba salgo a un cruce y la pista ahora mucho mejor. Por el firme y por la pendiente más llevadera. Así las cosas, algo más entonado ya sin frío sigo en subida por un buen trecho hasta un collado donde está el Albergue del Carche. Es cara norte y el frió aprieta. Y más que va a apretar con el largo descenso que me espera dirección a La Rosa. Con el terreno peligroso no se puede correr. Los brazos y las muñecas muy doloridas, los pies y las manos congeladas. Un nuevo cruce y a izquierdas un tramo de llaneo muy cerca de las Salinas de La Rosa. Impactan. Luego por fin comienza la subida. La hago en plan deportivo. Me siento con fuerzas y no hay otra manera de sacudirme el frío.
La subida de los 750m a los 1370 por pista en buen estado y sin sobresaltos. Con un par de 'descansos' llego a coronar un collado y ya el último tramo hasta la cumbre de La Madama. El pedrerío insufrible de este último tramo no puede con mi voluntad. Ahí voy los últimos metros hasta un estupendo mirador y la traca final a patita hasta el estupendo Refugio libre y el vértice geodésico.
Las fotos, algún dátil y el deseado descenso. Salvado el primer tramo de infarto, el firme sigue un buen trecho bastante duro con la gravel. Hay que afinar mucho para no caer y no poner en peligro la bici. Será más abajo, en otro cruce, cuando por fin salga a camino más limpio y pueda rodar veloz hasta llegar, bien cerca de Raspay, de nuevo al asfalto que me subió. Entro en El Pinós volando y directo a El Poli, donde como el delicioso menú que me sabe a gloria. El frío creo que tardaré varios días en olvidar...
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