Acabando el año un brindis a los tiempos que corren: la veloz Orca descubriendo las entrañas alicantinas desde otra perspectiva, como en un cuadro, un cuadro movido ...conmovido.
Espectacular maratón por tierras de la Marina Alta y El Comtat. Siempre en subida desde Ondara a Orba, donde ataco el primer puertecito del día para entrar en Murla. Alucinante la Iglesia-Castillo en medio del pueblo, y más aún la vieja jugando con su circense perro. Reímos a mandíbula batiente, tan sano como el mejor desayuno;), y ya camino de Benigembla. Al entrar en la Vall de Pop el frío se adueña de todo, y también el incesante run run del agua que corre por la rambla del río Gorgos-Xaló, una imagen impagable. En la parte alta del valle dejamos el cruce que lleva al Pla de Petracos y entramos en la humeante Castell de Castells, tan fotogénica. A toda mecha camino de Famorca y al rato en Fageca. EL hambre aprieta, pero seguimos enfilados por las carreteras seseantes. En Millena el merecido descanso a la sombra del Olmo Milenario, tremendo ejemplar anclado en la plaza del pueblo junto a la iglesia. Un árbol sin duda con poderes, capaz de proporcionarte de todo lo que realmente necesitas, como por ejemplo...., sombra... Seguimos camino hacia Benillup, donde caigo en que estoy tirando fotos sin tarjeta SD (qué puntazo(-: Cambiamos el rumbo, ahora dirección este, como regresando..., y lo hacemos por una carretero la que ha sido inundada por el fango D provocado por las últimas lluvias. Dejamos de rodar para comenzar a bailar, un baile macabro en el que mantenerse sin caer parece misión imposible. Al pasar, la vida sigue: Almudaina repleta de joviales boyscauts y Benialfaquí con la torre de la iglesia de planta triangular..., la huella arabe en todas partes. En Planes foto de rigor al pueblo acastillado con el Benicadell de fondo y al rato atacando el puerto que conecta con la Vall de Gallinera. Llegado al collado toca bajar, prácticamente sin dar un pedal hasta Pego y mas allá, la divisoria entre la Marjal de Pego y la Vall de Laguar, última tachuela antes de entrar de regreso a Ondara.
Espectacular maratón por tierras de la Marina Alta y El Comtat. Siempre en subida desde Ondara a Orba, donde ataco el primer puertecito del día para entrar en Murla. Alucinante la Iglesia-Castillo en medio del pueblo, y más aún la vieja jugando con su circense perro. Reímos a mandíbula batiente, tan sano como el mejor desayuno;), y ya camino de Benigembla. Al entrar en la Vall de Pop el frío se adueña de todo, y también el incesante run run del agua que corre por la rambla del río Gorgos-Xaló, una imagen impagable. En la parte alta del valle dejamos el cruce que lleva al Pla de Petracos y entramos en la humeante Castell de Castells, tan fotogénica. A toda mecha camino de Famorca y al rato en Fageca. EL hambre aprieta, pero seguimos enfilados por las carreteras seseantes. En Millena el merecido descanso a la sombra del Olmo Milenario, tremendo ejemplar anclado en la plaza del pueblo junto a la iglesia. Un árbol sin duda con poderes, capaz de proporcionarte de todo lo que realmente necesitas, como por ejemplo...., sombra... Seguimos camino hacia Benillup, donde caigo en que estoy tirando fotos sin tarjeta SD (qué puntazo(-: Cambiamos el rumbo, ahora dirección este, como regresando..., y lo hacemos por una carretero la que ha sido inundada por el fango D provocado por las últimas lluvias. Dejamos de rodar para comenzar a bailar, un baile macabro en el que mantenerse sin caer parece misión imposible. Al pasar, la vida sigue: Almudaina repleta de joviales boyscauts y Benialfaquí con la torre de la iglesia de planta triangular..., la huella arabe en todas partes. En Planes foto de rigor al pueblo acastillado con el Benicadell de fondo y al rato atacando el puerto que conecta con la Vall de Gallinera. Llegado al collado toca bajar, prácticamente sin dar un pedal hasta Pego y mas allá, la divisoria entre la Marjal de Pego y la Vall de Laguar, última tachuela antes de entrar de regreso a Ondara.
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