viernes, 6 de diciembre de 2013

aprox/ VI/ parto

Ruedo ligero y siento la llamada de la tierra.
Tiro la bici,  tumbado en el suelo. Nada.
No oigo más allá del ruido de las ruedas aún por pararse. 
El aire helado sobre la escarcha, quieto. 
Busco mi aliento y apenas lo encuentro, tan leve. 
Siento el fluir de mi sangre, recorriendo campos, dolinas, lechos secos de ríos infinitos. 
Derramada por las encinas centenarias, mezclada con la hierba tan blanca. 
Todo a mi alrededor sangre roja, casi negra. 
Busco mi aliento y no lo encuentro. 
Transito las profundidades de mi viaje. Aferrado a ti, mi compañera, ahí fuera y aquí dentro.
No se si tengo los ojos cerrados o abiertos. 
Ningún ruido, por pequeño. 
Sólo las ruedas girando en el aire. 
Y al alzar la bici, el silencio. 
Parto.



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