lunes, 23 de diciembre de 2013

BTT/ Desierto de Las Palmas

MAHARAJI PREM RAWAT
He conocido a Prem Rawat. Prem Rawat vive
Ayer estuve en el Forum de Barcelona junto a cientos, miles de seguidores de Prem Rawat. Muchos, la mayoría, iniciados en sus enseñanzas, otros como yo, aspirantes a conseguir sus llaves, el conocimiento.
¿Qué nos dice este único, irrepetible gurú de la palabra?
Nos dice que la paz reside en nuestro interior.
Nos dice que hemos de anteponer nuestra vida, a nosotros mismos, por encima, por delante de todas las cosas.
 Nos dice que no tenemos nada, que lo único que realmente poseemos y de lo que no nos desprendemos en ningún momento de nuestras vidas es de nuestro aliento.
Ser conscientes de estos tres grandes ejes de su discurso, interiorizarlos, es lo que hace que en nosotros florezca la alegría, que nos inunde la felicidad.
Niño, no te compliques. Disfruta de cada momento de tu vida como si fuera lo último que fueras a hacer. Porque no hay nada mas allá, y la vida se irá como un soplo, mas rápido del tiempo que pasa en oir el chasquido de tus dedos. Respira profunda y lentamente, como si fuera el último aliento, como si fuera el primer aliento.
Hoy he subido al monte Bartolo, en el Desierto de Las Palmas, en Benicàssim. Y lo he hecho junto a Cruz, mi mentora en las enseñanzas de Maharaji. Lo hemos hecho como un regalo a el, en agradecimiento a su dedicación y a la divulgación que hace de sus enseñanzas por todo el mundo. 
Hemos subido al mítico monte Bartolo y ya en lo alto hemos esperado pacientemente a que pasara su avión que lo ha de llevar a su casa, a la India. Después de mucho, hemos comprendido que ya había pasado y que aún no había partido. El lo impregna todo. Campos, mares, cielos. Está en todas partes y no está en ninguna. Como un dios moderno, de carne y hueso, hablando nuestro mismo idioma, respirando el mismo aire, crece en nuestro interior y es ahí donde hemos de buscarlo. 
Su palabra enriquece este mundo, y a cada ser humano que en el habita, y sin duda permanecerá con nosotros durante generaciones y generaciones. Antes de que el mundo fuese mundo, y mucho después de que desaparezca. 





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