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Biciosos de la fangoterapia
Un fin de semana dando pedales por las serranías conquenses en compañía del Capitán Pedales. Ha llovido a mares los días anteriores, de manera que preparamos una ruta rodadora con mucha pista y algunos asfaltos para evitar enfangarnos ...demasiado?? La montaña en pleno invierno tiene su encanto, pero hay que saber dar con él jeje. Cuando el frío se apodera de todo la belleza corre despavorida.
DÍA UNO/
Los primeros 20 kms por el Camino del Agua junto al Río Júcar, remontando tan tranquilos y peladitos de frío, hasta el pueblo de Villalba de la Sierra, donde desayunamos y tomamos asfalto para subir un bonito puerto y ya en Las Majadas; unos 15kms que pasan volando.
La salida de Las Majadas por el GR66 y seguimos ganando altura hasta un collado y a la bajada nos topamos con un Refugio libre y lleno de moteros donde almorzamos. Luego seguimos en bajada un rato y en una vaguada quedamos atrapados por el barro. Serán +-500metros del horror. Un enorme barrizal que nos frena en seco. Las ruedas bloqueadas y con dos kilos de barro en cada zapa. El avance un suplicio, cargando la mayoría del tiempo con la bici + petates + toneladas de barro, A PLOMO!!!
Del otro lado salimos por fin a otra pista de zahorra bien sentada. Limpiamos lo que podemos y a malas penas y molidos por el titánico esfuerzo toca remontar un puerto. Le tiramos xino xano y así y más conseguimos ganar la cota más alta de la travesía, +1700mts. Nieve y mucho frío. A todo momento observados por ciervos, corzos, alces..., qué sé yo!! Están en su hábitat, todo un espectáculo!!
Seguimos camino ahora en bajada y un cruce y salimos a asfalto y carteles del Nacimiento del Río Cuervo. Ahí vamos y ganamos por fin, ya con la tarde bien entrada, el majestuoso paraje. Hace mucho frío y quedan aún algunos turistas. Nosotros unos más jeje. Las fotos, tomamos agua de la fuente, y con apenas una hora de sol por delante decidimos continuar.
La pista que lleva a Tragacete por la montaña es lo más. Los primeros kms muy trabados, pues se trata de un puerto con unos cuestones de infarto. Las fuerzas ya muy justas y con el miedo de quedar nuevamente atrapados por el barro. Con mucho sufrimiento acabamos ganando los altos y a la bajada con mucho cuidado, ya con la noche en ciernes, llegamos a un cruce con carteles del Nacimiento del Júcar, y justo un merendero limpio y con estupendo techado. Ideal para pasar la noche, de forma que cerramos el track, preparamos la cena en los hornillos y antes de las 19:30h estamos planchando la oreja😑😑 Dicen que los osos duermen todo el invierno. ¿Hibernan? Ahora los entiendo.
DÍA DOS/
Noche heladora en el merendero de la Fuente de San Blas, en el Nac del Río Júcar. Recogido el campamento y algo al buche, y con toda la ropa disponible encima nos lanzamos pista abajo, 3kms muertos de frío!!! Con síntomas de congelación en manos y pies entramos en el bar La Gaditana, en la plaza del pueblo. No tiene pan (mentira) y la chimenea apagada. Pagamos el café y unas putrefactas magdalenas valencianas y nos vamos al bar de enfrente, La Chispa, donde nos preparan unos bocatas de 'toma pan y moja' y el ambiente caldeado por una chimenea de verdad, un montón de feligreses y en la tele un programa sobre caza... ¿Es esto el mundo rural??
La salida de Tragacete por asfalto hasta Beamud. No hay coches. Tampoco vemos animales salvajes. El día soleado. Hemos ido en bajada hasta un cruce donde comienza la ascensión al pueblo, que no visitamos, y luego seguimos en subida un buen rato.
En unos altos un cruce y tomamos pistas de tierra de normal bien sentada y algunos barrizales que sorteamos con mejor fortuna que el día anterior. Estamos en la comarca de Tierra Muerta, un territorio sorprendentemente vacío y de una inmensidad apabullante. Lucen por doquier pinares inabarcables y sabinares antiquísimos y encinares aún más antiguos si cabe... Cotos de caza también grandiosos jeje, con sus vallas y puertas infranqueables. Serán kms de una soledad extrema.
Más adelante una bajada muy pronunciada y vamos a caer al río Huécar que nos mete en el pueblo de Palomera. El bar está cerrado y la gente del lugar se junta en la fuente para beberse sus cervezas. Charlamos con ellos un buen rato y nos informan de muchas cosas, y entre ellas una de gran valor: cuando entremos en Cuenca debemos parar en el bar Bicio.
Bien abrigados para entrar en el fabuloso Cañón del Huécar le tiramos los últimos kms de nuestra travesía. La entrada en Cuenca insuperable, y efectivamente, nos damos de bruces con el bar Bicio, donde nos tratan como lo que somos: HÉROES SOBREVIVIDORES AL FRÍO GLACIAR Y LA FANGOTERAPIA! Cervezas, rabo de toro, patatas! Y de postre un buen trozo de turrón de Xixona, que se note que estamos en Navidad🤘☄️💥
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