PUEBLOS medievales y VOLCANES
La comarca de La Garrotxa guarda muchos tesoros: su queso de cabra, sus bosques inmensos, sus volcanes, y claro, sus pueblos medievales.
Comienzo la ruta visitando la enigmática Besalú, y dan ganas de quedarse jeje. Hecho el paseíllo y un buen puñado de fotos salgo en busca de una carreterilla que lleva al Camping y más allá siguiendo el curso del río Fluvià. El el pueblo de Argelaguer me encuentro la primera cuesta interesante. He dejado el fondo del valle y entro en el pueblo de Tortellà. Alguna perdida y ya sobre GR en busca del espléndido puente medieval de Llierca. Algún paso donde hay que echar el pie al suelo y luego el regalo del pasado. Son palabras!
Un buen trecho siguiendo el río Llierca y, tras entrar en Montagut, toca pasar un tramo 'feo' por debajo de la autopista. El sendero está cogido on pinzas y al menos hay dos o tres pasos en los que te la juegas con el precipicio y el río Fluvià al fondo. Al loro!! Más allá se sale a pista estupenda y a un puente encantador, tipo japonés, todo muy turístico, cruce se muchas sendas para caminantes y enamorados, y el increíble Castellfollit de la Roca colgado en lo más alto. Las fotos y toca remontar por asfalto al pueblo. Tras la visita obligada una tirada rápida para entrar en el también muy medieval Sant Joan Les Fonts. La salida, tras un paseo por en hermoso bosque, enlazo con carriles bici que señalan la. Decana presencia de la capital de la comarca, Olot. Voy en busca de mesa para echar el bocado y vaya si la encuentro: comida sana y pruebo el delicioso queso de cabra de la zona. De locura.
La salida de Olot por la Vía Verde El Carrilet y enlazo con bosques muy cuidados que llevan, siempre por pistas rápidas, a la Faceda d'en Jordà, todo un espectáculo.
Más allá sigo en subida y por la zona de los volcanes rodeo uno de ellos, el Croscat. Y aún más allá comienza un descenso vertiiginoso, primero sobre asfalto y luego pisteando. De últimas caigo al bello y muy abandonado del mundo pueblecito de El Torn sobre el río Ser y su precioso valle.
Tras las fotos e caro un último tachuelón por bosques olvidados. Un territorio muyy salvaje donde me cruzo con un jabalí enorme que huye despavorido al verme. Yo habría hecho lo mismo jaja
Ganado el alto, el resto una pista muy rápida me lleva de vuelta al punto de partida pasando por la Ermita de Sant Fruitós.
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