viernes, 29 de abril de 2022

BICIOAVENTURA/ Cantabria oriental


El Oriente CÁNTABRO

"Una semilla nace y se desarrolla sin hacer ruido y el árbol cae de forma estrepitosa. Crece silenciosamente", Proverbio chino 

Marismas de Noja
Junto al muy inefable Malgus Petix, dispuestos a desgranar los secretos del Oriente cántabro, una tierra maravillosa que pelea entre darse a conocer y mantenerse virgen, o casi... Un paseo combinando un mar y una montaña de una belleza superlativa. 
Seguimos los tracks de Conunparderuedas Cantabria Mar y Montaña y Pedales de Cantabria (desde esta ventana nuestro más sincero agradecimiento), a la limón y poniendo de nuestra parte ...el parte meteorológico, que, sobre todo el tercer día, la lluvia nos lleva por caminos desconocidos...
A la manera bikepacking lo justo y necesario y una pequeña tienda de campaña para sortear los aguaceros. Nada más necesitamos. La fe y la determinación lo pueden todo. 
Camping Playa de Ajo

DIA 1/ Santander - Ajo 

Hemos pasado el día en un Alvia cruzando la Península de Alicante a Santander. Son las 6 de la tarde pasadas y las bicis montadas en la Estación de Tren y directos al muelle Las Reginas y en su barco cruzamos la hermosa Bahía de Santander. 

Pie a tierra en Somo y callejeamos hasta el pueblecito de Loredo con su preciosa iglesia dedicada a la Virgen de las Latas. Y poco después, asomados al inmenso Cantábrico en la maravillosa Playa de los Tranquilos, tomamos una senda de ensueño que va trazando la línea de costa primero hasta la Playa de Langre y por último nos depositará, ya entrada la noche y después de haber salvado una más que interesante tachuela, en el Camping Playa de Ajo, donde hacemos noche. 
Playa Los Tranquilos
Santander la nuit

DÍA 2/ Ajo - Castro Urdiales 

La mañana limpia y soleada y ahí vamos con los bártulos en las bicis tan contentos en busca de algún garito para desayunar, y lo encontramos en las a playas de Isla. ¡Eureka! Restaurados seguimos camino leeeentamente, eclipsados por los paisajes costeros. Así llegamos a las Marismas de Loja-Santoña, un mundo de fábula para las aves que desgranamos pedal a pedal en la más completa soledad. 

Marismas de Loja-Santoña
Barcaza entre Santoña y Laredo
En Loja seguimos por la costa y algo perdidos debemos deshacer camino y más adelante, tras la hermosa y muy surfera Playa Berria, entramos rápidos en la señorial y súper animada Santoña. El brazo de mar que la separa de las playas de Laredo lo hacemos en una barcaza y del otro lado nos fondean sobre la misma arena, tocándonos caminar hasta unas pasarelas y ya sobre brea directos al pueblo, donde buscamos terraza para probar las famosas anchoas y rabas del lugar. Lo encontramos en el bar Galleta, regentado por una belleza brasileña que nos trata como merecemos😊. Nos levantamos doblados y buscamos el Camino de Santiago. El sol cae y bien, y la pista que se retuerce casi vertical. Toca patear un trecho y más adelante más de lo mismo. Una zona con puertas para las vacas y pateada de libro cruzándonos con un buen puñado de peregrinos. Los paisajes de ensueño sobre acantilados de película. Más adelante volvemos a montar y caemos al pueblecito de Villanueva. Buenos sube y bajas pero más llevadera la cosa jeje. Así ganamos distancias y más adelante pasamos la autopista por bajo y encaramos una buena subida y ya en otro pueblo, una zona muy rota por dentro de un bosque de eucaliptos con unos subidones y unos bajadones de infarto!, y a una carreterilla que sube el Puerto de La Jaya, muy transitado por ciclistas. Le tiramos venga arriba, lo ganamos y tras rápida bajada entramos en un pueblecito, una pequeña tachuela y al poco estamos por fin en Castro Urdiales. Un primer tramo con mucho tráfico para más adelante salir a línea de costa y directos al precioso Casco Antiguo, que luce una animación excelsa.Las fotos y en busca del Camping de Castro, donde haremos pernocta. 
Playa de Berria

DÍA 3/ Castro Urdiales - Ramales de la Victoria 

Hemos pasado toda la noche dentro de la tienda lloviendo y con fuerte aparato eléctrico 😱😱. Recogemos el inundado campamento y nos dejamos caer a Castro, donde desayunamos copiosamente. 

Castro Urdiales
Ya en faena por la línea de costa y salimos a la Vía Verde Castro - Traslaviña. Más arriba desvío e intentamos tomar una pista que sale por detrás de una cantera. El barrizal enorme nos hace retroceder y buscar de nuevo la Vía Verde. La encontramos y la seguimos hasta Otañas y más allá. El día frío y la amenaza constante de lluvia; así será toda la pedalada. Más arriba la Vía Verde continúa de una forma alucinante: un riachuelo con mucho caudal se ha apoderado del piso y baja un río embravecido. Al principio sorteamos algún paso pero enseguida comprendemos que es imposible el avance. Toca retroceder y poco más abajo sale un camino que está cortado por la fuerza del agua. A malas penas conseguimos pasar las bicis y ya en el camino nos espera una potente bajada al lecho de un poderoso torrente y del otro lado otra no menos potente subida. Ya arriba sobre asfalto acabaremos ganando el Puerto de las Muñecas para entrar en Euskadi. 
Vía Verde Castro-Traslaviña
La bajada rápida, alguna gota, mucho frío. Se nota más coches que en la parte cántabra, más bullicio en los pueblecitos que vamos pasando. En el de Mercadillo tomamos una carreterilla a derechas que nos lleva a Olabarrieta, y poco más allá nos encontramos de nuevo...¡con la Vía Verde Castro-Traslaviña!! En Traslaviña paramos en un bar: pinchos y acuarius, y nos confirman que dan tormenta por la tarde, de manera que decidimos olvidarnos de salir a caminos. Así, por carretera, entramos en Villaverde, un pequeño territorio cántabro dentro de Bizkaia, y la salida la hacemos ganando un Puerto que se las trae jeje. Ya en lo alto vuelta a bajar de nuevo por Euskadi directos a Carranza y una vez pasada esta población la cosa sigue cuesta abajo; entramos de nuevo en Cantabria y en el pueblo de La Quintana hacemos una parada en su iglesia. Comemos lo poco que llevamos y al cruzar el enorme río Asón vemos un cartel: 'Camino de Carlos V'. Le tiramos, pero una vez dentro el barrizal nos engulle, de forma que decidimos dar media vuelta. De nuevo en asfalto, por Nacional un pequeño tramo y más adelante a derechas cruzamos el río y tomamos un estupendo carril bici que nos mete en nuestro destino: Ramales de la Victoria. Alguna vuelta de más para dar con el Albergue, donde cerramos el track. 
Traslaviña
Ramales de la Victoria
Mercadillo

DÍA 4/ Ramales de la Victoria - Santander 

Toda la noche de calabobos (o calavascos, como dicen los cántabros 🤭) y a la mañana, durante el desayuno en el Albergue, amaina. Hace frío y ahí que nos vamos pedaleando hacia el Sur, o sea, hacia arriba Up Up Up. Al poco de salir del pueblo un cruce y a derechas la carretera que entra en el muy pintoresco y silencioso Valle de Soba. El tráfico también amaina y los paisajes de ensueño entre las brumas..., ¡que más podemos pedir! 

San Pedro de Soba
Algún falso llano y de normal venga arriba. Así hasta el pueblecito de Regules con su iglesia y su puente y sus bares, que de todo tiene. Más arriba nuevo cruce a derechas y ahora sí que estamos solos. Subimos de charra tan agusto unos buenos kms con unos cuestones de aúpa, con los bellos paisajes cantabreses, las vacas y los caballos y los perros, perros éstos muy abnegados que vigilan todo y más... 
Robledal
Pico Mazo
Bien arriba entramos en el pueblo de San Pedro de Soba. Es un pueblecito dedicado a la ganadería, con muchas casas caídas, calles sin pavimentar, sin cartel a la entrada con el nombre del pueblo..., si no tuviese postes de luz pensaría que estamos en el s.XVII. ¡Increíble!!! Fotos de postal y al salir con cuestas tremendas por pista de hormigón ganamos el alto más alto de todo el Track en las faldas del fabuloso Pico Mazo. Hace mucho frío y con toda la ropa caemos del otro lado visitando primero un alucinante bosque de robles y más abajo las vistas increíbles del valle donde nace el río Gándara, un paraíso en la tierra. Ya abajo hablamos con algún paisano y toca subir a los Collados del Asón con gran afluencia de buitres. La bajada en realmente hermosa. Un valle cerrado y el río Asón que al nacer se despeña a lo bestia en una cascada enorme. Un buen puñado de fotos dan fe de tamaña barbaridad de la naturaleza, de una belleza sin par. De últimas soltamos frenos y bajamos por el cerrado valle primero al pueblecito de Asón y más allá entramos en Arredondo, la capital del mundo, como gusta decir a sus paisanos. En el bar Americano nos hacemos una barras energéticas (pincho de tortilla + caña + carajo) y a la salida encaramos el último puerto de nuestro periplo cantabrés: el Puerto de Alisas. Una larga y temida subida, mantenida al 8%, con una vistas maravillosas. Nos lo tomamos de cicloturisteo por las fotos y los efectos de las barras energéticas jeje. Cuando ganamos la cumbre de tan afamado puerto alcanzamos a ver desde los Picos de Europa hasta la Bahía de Santander. Encoje el alma tanta belleza. 
Nacimiento del Asón
Valle de Soba
Bien abrigados la bajada rápida y, cuando bien abajo por fin llaneamos, entramos en un laberinto de pueblecitos, ríos, prados..., embelesados en todo momento cruzamos tierras y pueblos de fábula. Pasado el importante pueblo de Solares más de lo mismo y más allá, ya bien cerca de la Bahía de Santander, tomamos el sendero de la costa y, con algún que otro problemilla por obras, conseguimos embarcar en Pedreña para cruzar la Bahía y entrar de últimas en Santander, en cuya estación del tren cerramos el track.
Bahía de Santander desde el Puerto de Alisas
La Iglesia

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