BTT/ Encadenando Aitana /XXIII

Los límites de la felicidad/

Con la primavera llamando a la puerta nos sorprende un temporal de nieve que hay que aprovechar. Dos noches seguidas nevando de lo lindo, y nosotros que nos plantamos en Sella para encadenar una vez más Aitana. 

Frío y lluvia, y el vigoroso viento que nos tira de las burras saliendo del pueblo. Subimos por asfalto dirección Tudons y más arriba tomamos la pista de Tagarina. Al tiempo cruce a izquierdas y por la pista de las Antenas hasta lo más alto. Enseguida aparece la nieve, a nuestro alrededor y sobre nuestras cabezas: NIEVA!!! 

Ahora la pista desaparecida bajo el manto de nieve. Más arriba la cadena y al pasarla la senda. Estamos envueltos en una bella tormenta de nieve. El sendero se empina y caminamos a ratos y otros montados. En la cara sur de Aitana cobijados del viento la nieve cae tan plácida, tan de película, ...ENAMORA!🤍🤍🤍

Los caminos y sendas vírgenes, es nuestra la primera pisada. Avanzamos absortos de tanta belleza, en medio de un profundo sueño ...bastante húmedo por cierto .., si bien el frío también se va apoderando de su cuota de ...placer??... jeje

De últimas ganamos el Port de Tudons, donde las ráfagas de viento nos golpean con violencia y nos sacan de la ensoñación. Antonio y Javi, cagados de espanto, deciden volver a Sella por asfalto. Es lo que tiene el espíritu globero. Alberto y yo continuamos hacia la Font del Arbre, ilusionados con la posibilidad de cerrar la vuelta a Aitana. 

Al tomar la pista caemos varias veces al suelo por las placas de hielo y la empinada cuesta. Esto va a ser muyyy duro! Estamos en la cara norte de Aitana ganando altura. Nieva copiosamente y el viento nos tambalea constantemente sobre las bicis, teniendo que poner pie en tierra una y otra vez. Enormes charqueras, barro, muuucho frío. Igual seguimos en nuestro penoso avance hasta que por fin ganamos la ansiada Font del Arbre. Alguna foto, un mísero trago de agua, ...imposible parar del enorme frío, decidimos tomar la pista que baja dirección Confrides. 

En la parte alta de la Font del Arbre retratamos los campos de cerezos cargaditos de nieve, y algo después ganamos la cota más alta de nuestro periplo aitanero. Rolamos a levante y ahora el pertinaz viento y la nieve en la cara. Comienza el descenso y hemos de vigilar no caer, pues la nieve y el hielo son muy peligrosos. Ateridos de frío, la lenta bajada a Confrides. Estamos completamente empapados, con manos y pies, pata de palo y garfio pirata. Al entrar en el pueblo directos al bar, que luce una espléndida chimenea a pleno rendimiento. Por fin respiramos profundo y una enorme sonrisa se dibuja acartonada en nuestras petreas caras. Guantes, gorros, manguitos..., todo lo que podemos junto al fuego mientras damos cuenta de bocatas, dátiles y dos reconstituyentes Colacaos. 

Al tiempo salimos del bar. Nada ha cambiado. El viento y la lluvia son dueñas de todo. Decidimos evitar tierra con grandes desniveles. Así, caemos por asfalto a Benifato y más adelante a Benimantell, que cruzamos para tomar la carreterilla que sube al Trestellador. 

Las primeras rampas de aúpa, pero al menos ha dejado de llover y nos hacemos la ilusión de espolsarnos el frío... El mítico Paso del Contador nos espera con el tío del mazo agazapado, de forma que acompasamos el ritmo, sabedores del peligro que tiene subir demasiado alegres. Pasada la Font del Molí vamos salvando las poderosas rampas. Las vistas de la Serrella y Aixortá, el valle de Guadalest y ahora también de la Bahía de Altea, siempre impactantes, hoy lo son aún más con la nieve y las nubes negras. Xino xano nos encaramamos por fin en el Paso del Contador, y cuando nos creemos salvados (ya sólo nos quedan unos buenos kms todos en bajada hasta Sella), nos encontramos con la pista reventada de barro, ese barro traidor que se pega a todo como cemento armado. 

Así, la bajada nos toca hacerla muy despacio por el peligro de caídas. Llegaremos a Sella hasta las orejas de un barrizal infernal. Ya parecía demasiada suerte una jornada invernal como pocas, POLAR!!!, que nos libráramos del barro🤬

Sentados a la mesa en El Casino nos restauramos con un delicioso arroz montañés junto al resto de amigos que han subido de Alicante. A veces la felicidad no tiene límites...

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