HERMANOS DEL PEDAL
Con el frío de la primera mañana ganando kms por Bonalba y las Lomas de Gosalvez. Caigo a la carretera que sube a Aigües y ya no la dejo, y en la plaza tomo un café mientras espero a los hermanos del pedal. Al rato aparecen Javi, Antonio y Jordi. Sin más paseamos las bonitas y soleadas casas del pueblo. Ya en ruta nos despedimos de Jordi, aquejado de extrañas dolencias y con otros quehaceres..., y entramos por La Venteta en los dominios del majestuoso Cantal. Por el Barranc del Voladoret, impresionante la senda que seguimos en bajada por unos cuantos kms. Su dificultad y los paisajes sin par nos ponen a cien. Visitamos una casa en ruinas que nos habla de los tiempos pasados que ya nunca volverán.
Bien abajo salimos del estrecho barranco y comienza la subida a El Cantal. La cosa se pone difícil y en un cruce decidimos subir a un mirador que ninguno conocemos. La terrible subida nos deja sin fuerzas. Por tramos hay que empujar la cabra. Ya arriba las fotos de rigor y algo de comida al body, y ya dispuestos a bajar. Con mucha precaución llegamos de vuelta al cruce y, esta vez sí, encaramos el subidón a El Cantal. Cuando conquistamos la falda de la mágica roca echamos el rato leyendo la historia del lugar y recuperando el resuello. Bordeamos la roca y de últimas nos dejamos caer por la cara norte por una peligrosa senda a la carreterilla de Aigües al Pantano de Amadorio. Cobijados en la Casa del Cantal de Dalt comemos los bocatas y charlamos distendidos.
De nuevo en marcha tomamos una pista alquitranada. Estamos en el Camí Vell de Relleu. Hemos caído al río y luego salir de él cuesta de lo lindo. Buenas rampas hasta llegar a una cuerda en la que por kms ni ganamos ni perdemos altura. En un cruce tomamos dirección Aigües y de nuevo toca subir. Hemos de ganar el temido Alt del Ginebral. Cuando lo hacemos nos sentimos como si ya hubiésemos acabado la ruta.
La bajada por la alucinante senda de ‘La Colombiana’ la hacemos a toda mecha. Luego los toboganes que nos meten en el Preventori de Aigües. Aquí nos separamos. Javi y Antonio tienen el coche en el pueblo y yo sigo camino de Mutxa. Pisteo por un buen rato y salgo a la carretera de Aigües a Busot. La cruzo y sigo por el coto de caza de la Casa de Cabrafic Alt hasta salir a la carretera que sube de El Campello a Busot. Arriba en el cruce comienza a llover. No es mucho, pero ya semeja que el trabajo está hecho. Frío, viento y lluvia me acompañan en la loca bajada por asfalto de Busot a Mutxa.
Al dejar la cabra la sonrisa dibujada bien grande, sabedor de que hoy ha sido un día de los que hacen afición.
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