INVERNAL II /Pirineo Aragonés /BENASQUE

INVERNAL II / PIRINEO Aragonés / Benasque

Nueva entrega por tierras aragonesas disfrutando a lo bestia de este invierno tardío. Esta vez acompañado por dos de mis amores más favoritos de este y de todos los mundos. Un tesoro de incalculable valor. Mi tesoro. 

1/ HOSPITAL DE BENASQUE - FORAU D'AIGUALLUTS

Un paseo imprescindible del Pirineo aragonés. Sin duda de los mejores paseos en raqueta a este lado del mundo y aún más allá, del otro lado, también. 

La salida en el Parking público algo antes de entrar en el Hospital de Benasque. Caminamos un rato y entramos en las pistas de Esquí de Fondo del complejo. Serán +-4kms de avance entre esquiadores, pocos y silenciosos. Algunos con el paso del patinador. Otros tampoco. Se hace agradable. Una vez en el Refugio de La Besurta la cosa cambia. Atrás quedan las pistas anchas de los patinadores y ante nosotros un pequeño corredor del otro lado del puente de madera al cruzar el caudaloso río. La montaña ondulada y los pasos sencillos y el avance espectacular, hipnotizados... Se van sucediendo imágenes únicas de montañas y valles y el fabuloso manto de nieve. Apenas hay nadie. Mejor dicho, no hay nadie. Sólo la estrecha senda adelante y atrás. Alguna cuesta. Poca cosa. Ningún paso expuesto. Una delicia. Las fotos y los videos echan humo. Más arriba un cruce. Derecho al Plan d'Aigualluts; a derechas, al Refugio de La Renclusa. Nosotros seguimos rectos y sin más acabamos ganando las distancias y con ellas el mirador del Forau y poco más allá las vistas se abren sobre el inmáculo Ibón de Aigualluts con la inmensa mole del Aneto enfrente cerrándolo todo. Aprovechamos para echar el bocata. El mágico sitio en la más completa soledad /se para el mundo

De nuevo en marcha deshacemos camino hasta el Refugio de La Besurta y caminamos de nuevo por las pistas abiertas de esquí de fondo para, poco más allá, tomar un sendero a derechas que va por la falda de todo el Plan con unas vistas absolutamente increíbles a cada paso. Serán kilómetros embobados de tanta belleza. Casi siempre abajo, sin más. Sólo el disfrute de las vistas maravillosas en un día impecable, inolvidable. Más adelante la senda se precipita al Plan del Hospital y, tras rebasarlo, seguimos las marcas que llevan pegadas al río Ésera al Hospital medieval, junto al cual están los coches. Algunos pasos por los numerosos riachuelos sobre puentecitos de madera. Y otros que pasamos a la brava y en alguno que tocamos fondo...del río!!! El agua congelada por encima de las rodillas, y las raquetas que impiden salir jajaja Chopados y helados conseguimos ganar los coches para cerrar un día mágico, de película! 

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De vuelta en el pueblo comemos de lo que llevamos. Las habas del huerto vuelan y 'conocemos' a otros alacantones que hacen esquí alpino en la Estación de Cerler. A la tarde el paseo por Benasque siempre emociona. En Barrabés alguna compra y por fin los crampones en la mochila. 

Benasque

2/ COLLADO DE BASIBÉ

En Ampriu encuentro la pala de Basibé cerrada al turismo de masas. No hay suficiente nieve para el tema esquí y los telesillas permanecen parados. Como si hubiese habido una estampida, una hecatombe, y todo hubiese quedado desierto, vacío, dejado de la mano de Dios. ¡Esa peli me suena...!!

Como el camino que serpentea por la margen izda tiene aún menos nieve, decido entrar en las pistas vacías. Encuentro de todo: nieve dura, piedras, hierva, huellas de esquíes, de raquetas, de animales, de motos de nieve...., de todo menos homínidos. Algunos tramos más empinados y de normal fácil, evaluando el estado de la nieve a cada pisada, con cautela. Gano altura con rapidez y cuando me quiero dar cuenta estoy ya en el último estadio. Dejo a izquierdas el collado de Basibé y sigo arriba. El último tramo la pista está helada y el viento sopla con fuerza. La cruzo con mucho susto y me asomo por un roquedal al inmenso valle de Castanesa. Las fotos, algo de comida, los recuerdos de otras hazañas y media vuelta deshaciendo los pasos y adornando la bajada siguiendo otras huellas, atreviéndome por nieve virgen, a ratos a la carrera, el pato loco jeje. Así, en una volada me planto abajo para cerrar el track en el punto de partida.

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Ya en el coche me veo de charreta con el chofer de un autocar de escolares. Muy majo, me hace recordar tiempos pasados, de otra vida no tan lejana. Una vida maravillosa que ya pasó. La sonrisa se alza en mi rostro y el apretón de manos aún me duele. 

Bajo en busca de mis amores al pueblo de Cerler y como voy sobrado de tiempo decido buscar en Wiki alguna ruta andarina y encuentro una joyita a la que decido dar vida. 

3/ RUTA DE LAS 3 CASCADAS

Una caminata clásica en Cerler hecha deprisa (a la subida) y corriendo (a la bajada). Sin raquetas en los pies los caminos se aceleran jaja

La salida frente a la entrada a la estación de esquí. El camino que sube paralelo al río Ardonés. Paso junto al Hotel Monte Alba que me trae viejos, antiquísimos recuerdos, y más arriba se acaba el camino y salvo un paredón y ya estoy en el camino 'oficial'. Cruzo un puente y el sendero bien bonito invita a hacer fotos. Me cruzo con una pareja de gabachas con raquetas y me dicen que no hacen falta para hacer la ruta (en breve descubriré que mentían...)  Voy rápido y más arriba otro puente que no cruzo. Sigo por la margen derecha del río y ahora la senda se empina y más adelante aparece la nieve. Nieve que se convierte en hielo y una buena caída a izquierdas. No invita a seguir sin crampones ni raquetas. Así, doy media vuelta y busco el puente que no crucé. Lo cruzo. Del otro lado un buen cuestón y ya estoy en el sendero 'oficial' jeje dispuesto este vez sí a ganar el embudo helado de las cascadas. Bien chula la senda y con buena pendiente también. En breve estoy sobre un puente de hierro frente a la primera cascada, la que iba viendo a lo lejos del otro lado del río. 

Las fotos y sigo a la siguiente. Hay que ir con cuidado. Hay mucho barro y la senda es bien estrecha. El agua se precipita y mejor que sea solo el agua... El sendero ahora vira a izquierdas entrando en una umbría muy cerrada,  buscando la pared del fondo del valle, directo a la última y más impresionante cascada, cambia a mis pies el barro por nieve, y algo más adelante la nieve por hielo.

Apenas faltan unos 100, quizá 200m, para ganar el puente de hierro de la gran cascada, la joya de la ruta, pero me es imposible seguir. La caída es muy alta y el peligro inminente si continúo. Todo está helado en esta terrorífica estampa. 

Echo las fotos y cuando voy a dar media vuelta descubro a mis pies dos zorros muertos. Me quedo...MUERTO!!! Están muertos!!!!! Inmóviles por siempre. Cero movimiento. ¡Nada!!! Sobre la senda, en mitad del camino. Uno frente a otro. Enfrentados, mirándose uno al otro. Aunque ya no se vean. Ahí están. Quietos. Inertes. Muertos. 

Entro en shock sin poder explicarme la escena. Las fotos. Impactado, doy media vuelta. Voy rápido pero con mucho cuidado. El precipicio es grande y el barro y el agua no invitan a correr. En el pueblo me esperan e igual necesito salir de la escena del crimen cuanto antes. Liberarme, aunque la escena me acompaña sin remisión. 

Más adelante el barro desaparece. Voy por la solana y el precipicio se atenúa. Corro. Vuelo cuesta abajo. Alguna parada a tirar fotos, cómo no!! Sin pérdida, la senda más abajo se abre en un estupendo camino que me lleva directo a la Ermita de San Pedro Mártir, patrón del pueblo, y poco más abajo ya en Cerler para cerrar el track.

A la noche con los amigos alacantones en los coches rio abajo nos plantamos en el muy coqueto pueblo de Chía, colgado en lo alto de Castejón de Sos, un lugar de otro mundo (no en vano para llegar a él se pasa por el túnel del tiempo...), y que atesora una familia que ha hecho de su vida un negocio bien boyante. La vaquería, la carnicería, y un restaurante que pasa por ser lo más de todo el Valle de Benasque y más allá. El trato excelente, la comida maravillosa, el vino Breco de Calatayud una delicia, y la compañia jaja, qué decir de la compañia!! ....de diez!!! Una velada para el recuerdo. 

Restaurante Chongastán, Chía

4/ BARRANCO DE REMÁSCARO

Una potente nevada de madrugada y por todo el día. Ahí vamos en busca del blanco elemento. Los alrededores de la Estación de Cerler, de cuento de hadas. 

Una pista nace junto al río y cae en busca del pueblo de Anciles. La tomo. Enseguida sumergido en un sueño. Un mundo paralelo. Cruzo un río. El chasquido de la nieve virgen, sin pisar, a mis pies. El lento avance venga a tirar fotos. Más adelante la pista se acaba y salgo a un sendero. Es un sendero antiguo. Muy antiguo. El firme de piedras rodantes y muretes a los lados. Con las raquetas se hace complicado el avance. Algunas fotos y decido dar media vuelta.

De nuevo en la Estación tomo el lateral del Jardín de Infancia y venga arriba. Ante un repecho fuerte y con mucho esquiador amenazante, decido cruzar la pista y entro en el Barranco de Remáscaro. Ni marcas ni nada. Entro en el bosque hechizado. Poseído. Allá donde la mirada se pierde, la belleza extrema. Busco pasos entre árboles, setos, pinchos. Cruzo torrenteras, riachuelos, salto troncos. 

Más adelante un torrente importante me cierra el paso. Decido no cruzarlo y busco el paso montaña arriba. No lo hay, de forma que viro a derechas en busca de las pistas de esquí. Algún paso algo comprometido. Igual la potente nevada que no deja de caer. Un día único. Glorioso. 

De últimas ya en la pista bajo pegado por bajo del telesilla y más abajo en la estación para cerrar el track.

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Dentro del bar en Benasque se está muy bien. Más, viendo el nevazo que cae detrás de los cristales. Luego, cuando el hipnótico rito de la comida en grupo acaba y salimos a la calle el impacto es total. Otros viajes acechan y el fin de éste está cerca. Ante la evidencia del corte de carreteras que se avecina decidimos poner tierra de por medio.

Volamos por La Franja dirección Sur todos los bellos pueblos aragoneses y catalanes, y a la caída de la noche llegamos a nuestro destino en las playas de El Perelló, un pequeño paraíso barrido por el viento. 

El Perelló/playa

5/ EL PERELLÓ/PLAYA - CAP ROIG

Bonito paseo desde Perelló-Mar a Cap Roig pasando siempre pegaditos al mar por el Morro del Gos. Unas vistas alucinantes, y al Sur que se abre la lengua de tierra del Delta del Ebro. ¡Impresiona!!

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