"Es en la soledad campesina donde el hombre empieza a vivir entre espejos. ...Esto tiene su encanto, aunque sea también grave motivo de angustia. ", ANTONIO MACHADO, Juan de Mairena
LA SIERRA PELA
La mañana más fresca que días pasados invita a salir. La pereza es grande, pero más grande es el ansia se pasear la cabra por estos parajes infinitos. Así las cosas, armado con lo necesario y tras las fotos de rigor en Retortillo de Soria, pongo rumbo al Puerto de la Carrascosa. Una subida corta y sencilla, ideal para ir a riendo boca. Luego la bajada a Miedes muy de tranqui jeje. En el cruce le tiro a los pueblos de Hijes y Hujados. Reseñable el enorme rebaño de ovejas que me encuentro entre ambos. Más allá salgo a carretera principal, no sin antes abortar un intento de recortar por el monte que me sale rana, pues la pista desaparece por arte de birlibirloque. Me toca darla vuelta y ya embocando dirección Somolinos con su famosa Laguna, que luce plena. Las fotos también en el barranco y ya la carretera que se va empinando ganando altura hasta entrar en el muy limpio y recogido pueblo de Campisábalos. Visitó el pueblo y si espléndida iglesia románica. Y al salir decido tirarle por asfalto a Grado de Pico con la intención de darle la vuelta a todo el macizo de la Sierra de Pela.
Subo un puerto y entro en Segovia, y a la bajada, antes e entrar en Grado, un desvío a izquierdas me lleva directo al Manantial del Manadero. Hay gente escalando. Las fotos y sigo camino a Grado. Ruedo por sus calles y a la salida, al poco, tomo una pista que, bordeando las estribaciones occidentales de Sierra Pela, me leva directo a Rebollosa de Pedro. La pista de normal bien, y los toboganes, a la medida jeje. Pasado el pueblo abandonado de Sotillos una fuerte bajada me pone al ladito de Tiermes. Decido ir a derechas en busca buenas carreteras. En los alrededores de una enorme granja de ovejas soy absorbido por una legión de moscas. No me abandonaran ni pasado Manzanares y en lo alto del collado. En la bajada algún contratiempo con el manillar solucionando al instante, y de nuevo en ruta ya en Peralejo de los Escuderos, solo me falta que tirarle con todas mis ganas por los pueblos rojos hasta la vuelta al punto de partida en la puerta de Sollera.
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