BICIOAVENTURA/ Sierras de Cazorla, Segura y las Villas

LOS BOSQUES DEL SUR

"Dadme seis horas para cortar un árbol y pasaré cuatro afilando el hacha", Abraham Lincoln

Adentrarme en los Bosques del Sur, en las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas, siempre es una alegría. Hacerlo con los hermanos de 'Aquí hay BTTema, un chute de felicidad brutal. Junto a Malgus Petix, Cancerbero69 y Capitán Pedales, los elegidos para afrontar un finde que se prevé pasado por agua en las entrañas del Parque. ¡La aventura nos la pone dura!! 

…..DÍA uno 

Amanecemos en el Camping La Bolera y, tras preparar las bicis y desayunar en el bar, nos ponemos en marcha. Pasado el Aula de la Naturaleza El Hornico remontamos a la cola del pantano y por la Cañada de Castril río Guadalentín arriba. Así llegamos al emblemático Vado de las Carretas, donde nos remojamos los pinreles, unos sin quererlo y otros también. Tomamos la pista a izquierdas que sube a Nava de San Pedro y más arriba, pasado el Estrecho de los Perales, ganamos el Collado de Fuente Bermejo por el Camino de Poyo Manguillo. Llevamos subiendo toda la mañana y, a la que le tiramos abajo por el Arroyo de Valdeazores, comienza a llover. Llegamos a la muy quieta laguna chopados y congelados y, tras las fotos de rigor, seguimos camino al Embalse de los Órganos. El ambiente es frío pero ha parado la lluvia. A patita muchos tramos y aparecen los turistas jeje. Más abajo entramos en los túneles, que salvamos con un esfuerzo de locos al tener que pasar las bicis, cargadas como van, en vertical. 

Vado de las Carretas

Laguna de Valdeazores

Cerrada de los Perales

Camping La Bolera

Cuando por fin dejamos atrás los túneles, una rápida y peligrosa bajada a la Cascada de la Calavera, donde paramos a comer. De aquí a la Central Eléctrica Salto de los Órganos, una vertical pateada sorteando todo tipo de obstáculos: escalones, precipicios, piedrolacos, caminantes de todo tipo y condición... Tras cargar agua de la fuente estamos en pista abierta que nos precipita en una volada hasta la Piscifactoría. De aquí a Coto Ríos una delicia de sendero, el GR247, por bosques y campos cultivados, y donde conocemos a Antonio, un hombre ya mayor que nos regala lo que lleva en la mano, una piedra con un agujero, amuleto de los buenos, y su tiempo, del que dispone a raudales, para contarnos hazañas de ayer y hoy y hablarnos de aldeas que ya sólo existen en la memoria de los hombres de su generación. 

Antonio

En Coto Ríos unos helados en un bar y, tras caer al camping, ponemos rumbo al Collado de Mirabueno. Salvamos un desnivel de 800metros!!, un esfuerzo que pasa factura a más de uno jeje... En lo alto, las vistas impagables del mar de montañas al atardecer y toca bajar. Entramos en unos espacios inmensos y deshabitados, la zona de los pueblos abandonados, cortijadas que después de la guerra fueron desmanteladas por los fascistas para controlar a la población y montar un inmenso coto de caza. Pasamos Los Alguaciles y Las Canalejas, donde tomamos agua de su caudalosa fuente, y mas adelante, con la noche en ciernes, llegamos por fin a Los Centenares, donde nos disponemos a montar el vivac para pasar la noche. 

Vivac en Los Centenares

Iglesia de Las Canalejas

Los Centenares

Justo montando el campamento y comienza a soplar viento. Fuerte y frío. El cielo negro y al poco las primeras gotas. Tras nosotros una casa semiderruida pero que conserva parte del techo y allá que vamos. Habilitamos el espacio para tirar esteras y sacos, cenamos a la carrera y ya dentro de los sacos oyendo la tromba de agua y las goteras que se cuelan por todas partes. Cuando amaina alguno de nosotros lleva ya rato en el séptimo sueño... 

…..DÍA dos 

Desmontamos el campamento como si lo llevásemos haciendo toda la vida y, tras comer algo y la foto de salida, ponemos rumbo a los míticos Campos de Hernán Perea. Siempre en subida pronto la pista desaparece y casi también las sendas. Territorio inhóspito, ganamos distancias poco a poco, muy poco a poco y con muuucho esfuerzo. Los parajes majestuosos. Pasada la Hoya de la Albardía con sus pueblos abandonados, la última cuesta loca antes de ganar una pradera, un cruce de caminos, la Hoya del Ortigal, donde, por fin de nuevo sobre pista, acabamos ganando el Refugio Campo del Espino en los Campos de Hernán Perea. 

Campos de Hernán Perea

Tras un poderoso almuerzo donde damos cuenta de todo lo que nos queda, el tránsito por la luna: torcas, riscos, canchales, tornajos, cerros, pozos..., en continuos sube y bajas..., estamos en otra galaxia y más allá!!! En Rambla Seca tomamos agua de las fuentes y comenzamos a bajar por una fabulosa cañada que nos lleva al Collado de la Zarza, donde un inmenso pino salgareño está dedicado al gran divulgador que fue Félix Rguez. de la Fuente. Las impactantes vistas de las Sierras de la Cabrilla y Castril a nuestra izquierda y nos precipitamos en bajada al Collado de Fuente Bermejo y, mas abajo, un cruce y a izquierdas la poderosa bajada por la Cañada del Guadalentín hasta caer al lecho del río, que baja reventón. El Barranco del Guadalentín es un mundo aparte. Absolutamente espectacular!! Más abajo encontramos sobre el camino un ciervo muerto y poco después una cría totalmente desorientada. Nos quedamos de piedra, mudos. No huye y no deja de berrear. Probable que el cadáver que hay pocos metros detrás sean los de su madre... Tendrá que sortear muchos peligros para sobrevivir. Es la vida salvaje... 

De vuelta al Vado de las Carretas atacamos la última tachuela y, cuando estamos en lo alto, una nube comienza a descargar con fuerza. De nuevo los chubasqueros y toca pelear con el barrizal en que se ha convertido el camino en cuestión de minutos. Bajamos a lo que damos y dejamos la nube atrás. Ganada la cola del Pantano de La Bolera, pronto sobre las pistas anchas y rápidas que nos meten en una volada de vuelta al Camping donde cerramos track.

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Río Guadalentín