DON'T BARRO, BE HAPPY!
En compañía del Capitán Pedales dispuestos a cumplir el reto de ganar el Coll de Gaña en un "todo sendas".El día elegido, pésimo, pues la noche anterior ha caído la del pulpo y de seguro que nos espera barro a raudales😱
A las 8 en punto salimos de la rotonda de Bonny en Mutxa buscando la Urba.Bonalba. Por su parte alta las primeras sendas en fuerte pendiente y ya por la cuerda de la Sierra de Bonalba nos vamos encontrando con los primeros barrizales; charcas inmensas algunas que nos van avisando de la que se nos viene.Cruzamos Busot por todo el centro en la más absoluta soledad, y en la Venta 5 Hermanos entramos en la fabulosa senda que sube a las Cuevas de Canelobre. Tramos alucinantes y algunas paredes que pasamos a patita. Ya arriba enlazamos con la pista que lleva al Racó de Seva. Vuelve a aparecer con fuerza el barro, pero será a partir de aquí cuándo las sendas se derritan bajo nuestras rodadas. Avanzamos hundidos en el fango por las sendas más bonitas de forma muy penosa, con paradas constantes para quitar barro y poner cadenas caidas... Ya en la parte alta volvemos a salir a pista que afortunadamente lleva una carga de agua y de barro menor. Limpiamos de urgencia cadenas y suspensiones para acabar ganando el ansiado Coll de Gaña.
Han puesto una patética puerta justo en el Collado, y una valla que recuerda la de Trump👹en la frontera con México. Otros ciclistas antes que nosotros ya han hecho el camino para salvar tamaña gelipollez, y del otro lado, tiramos espléndidas fotos de las montañas alicantinas y comemos lo que llevamos.
Acabamos saliendo a la Pista de El Espino y ganamos el Coll de La Grana. Las fotos y de vuelta tomamos enseguida una pista que, tras saltar una nueva valla con su cartelito de Prop.Privada nos mete de lleno en la Sierra de Galiana. Un descenso rápido, evitamos la casa, algún despiste en la navegación, más puertas y alguna casa más, ...algo de estresss jeje...
Casa de Galiana |
Cabeçò d'Or |
Cruzamos la carretera para buscar por pista el río Monnegre y la Urba Río Park, en el momento en que nos sale un enorme perro. VOLAMOS a la velocidad del rayo para evitar tamaña fiera. Es lo que nos faltaba para redondear una jornada ...intensa jeje.
Todavía abajo en el río nos topamos con los últimos barrizales de la épica travesía y deberemos cruzar un enorme brazo de agua por la crecida impactante que lleva el río antes de ganar por fin el punto de partida.
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