La Sierra de Bèrnia esconde el mirador más alucinante de toda la provincia: el Forat de Bérnia. Visitarlo debería ser obligatorio en el manual del buen senderista alacantón. No importa las veces que se vaya; siempre quedan ganas de volver.
Recorrido circular clásico con salida de Casas de Bérnia. Por pista a la fuente de Bérnia y aquí se toma la senda que con fuerte pendiente lleva directa al Forat de Bérnia. Algún paso donde hay que llevar algo de cuidado y ya en cuclillas dentro del túnel, y del otro lado el fantástico mirador con la Bahía de Altea, la Serra Gelada y Benidorm, la Sierra Cortina y el Puig Campana, el Ponoig y la Sierra de Aitana, todas ellas cerrando el muy verde y majestuoso Valle de Guadalest. Sencillamente espectacular. Echamos el rato absortos en tanta belleza y decidimos seguir para darle la vuelta a todo el macizo. La senda bien marcada por zonas bastante pedregosas; se cruzan algunos canchales. Siempre las vistas fabulosas. Visitamos las pinturas rupestres de Ermita Vicari, el Altea Hills del Neolitico jeje. Y así hasta el Fort de Bérnia, un castillo levantado en el siglo XVII para contener los ataques berberiscos y controlar a la población y que, al tiempo, cuando ya no tenía sentido, los mismos militares lo destruyeron. (Qué bonito:(( Enseguida se llega a un collado donde cambia el decorado y también la dirección. Ahora enfrente las Sierras de l’Aixortá y Serrella, también la Serra Ferrer. Colgado el bello pueblo de Tárbena, y abajo el Pas dels Bandolers. Caminamos ahora por senda con fuerte caída a izquierdas dirección Norte hasta otro collado, y al ganarlo se abre bajo nuestros pies una pista más ancha y ya sin dejarla nos devuelve al punto de partida.
En el Restaurante Bon Vent, con las majestuosas vistas de la Sierra de Bérnia, comemos como reyes y degustamos los fabulosos vinos y mistelas de la tierra. Todo ello en la mejor compañía. Un placer sin igual.
Ó
No hay comentarios:
Publicar un comentario