....entre naranjos....
El sur de Valencia semeja un paraíso en la tierra. Con sus fértiles valles a reventar de campos de naranjos y sus estupendas montañas de juguete. En Gandia nos juntamos un puñado de amigos bicicleteros con el propósito de recorrer algunos de sus parajes y luego degustar un auténtico asado uruguayo. No en vano la cita la organiza el irrepetible y muy uruguayo Tony Balberde, menos conocido como Juan.
La jornada levanta fresca, y pronto estamos encarando por carretera asfaltada el primer alto, el Coll de Barx. Ya arriba tomamos una divertidísima senda entre pinos. Serán kilómetros entre montañas y su frondosa vegetación mediterránea. Muchos rompepiernas, avanzamos el grupo sin más problemas.
Coronamos el punto más alto de la ruta y en la bajada todo se tuerce. Helen sufre una aparatosa caída, con magulladuras en todo el cuerpo, el brazo izquierdo bastante tocado, un dedo con posible fractura, y lo peor, ha recibido un fuerte golpe en la cabeza y apenas recuerda nada. En el momento del accidente iba atrás, de manera que tardamos bastante primero en enterarnos de lo ocurrido, y luego de reaccionar y subir a por ella. Los primeros auxilios y ya caminando por la pista hacia abajo. Urge llevarla a un hospital.
Suerte que llega un Land Rover Defender del año de la polka ¡con un médico dentro!! Confirma que el dedo no tiene fractura y que el golpe en la cabeza seguramente no reviste mayor gravedad. La montamos en el vehículo y en una volada llegamos a la pedanía Pla de Corrals. Helen y Papero quedan en el bar y el resto nos vamos de regreso a Gandia a por un coche y llevarla a Urgencias /finalmente la cosa quedará en un brazo en cabestrillo por unos días y poco más/ alguien dijo alguna vez que esto de la BTT era un deporte de riesgo?//
Rodamos rápido, en subida, por sendas y pistas asfaltadas, hasta el pueblecito de Barx, donde Cruz y yo queremos seguir una ruta diferente para rodear el mítico Macizo del Montdúver. Casualidad, donde nos hemos de separar volvemos a coincidír con el médico y su pareja. Ya se han ido los compis ciclistas y restamos con él, contándonos sus andanzas de viajante incansable. Vive en Sidney y ha recorrido el mundo de punta a rabo en los más variados vehículos: todo terrenos, camiones, bici, embarcaciones a vela.... Tan simpático, de últimas quedamos para seguir hablando cuando vaya a Alicante estos días. Todo un placer encontrar en el camino gente así.
Cruzamos Barx y encaramos un tremendo descenso por asfalto. Las vistas impresionantes del Vall de la Valldigna. Llegamos a Simat y su fortaleza-monasterio cisterciense de Santa María de la Valldigna, y cerca visitamos la increible mezquita de la Xara. Aún con los signos cristianos, se conserva prácticamente intacta tal como fue antes de que los ignorantes con sus hierros entraran a fuego en estas maravillosas tierras.
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