"Nada que se repita será único, nada que pueda pagar será auténtico, nada que retenga será fugaz, nada que no sepa ver dejará su huella en mí", UN VIAJE DE CUENTO, Salva Rodríguez
LA COSTA BRAVA
Una semana de verano en el paraíso disfrutando del paso del tiempo entre olas, rocas, pinos, vinos, mujeres hermosas. Las más hermosas. Mis hijas.
El paraíso existe, y está en la Costa Brava. Da igual dónde vayas, esto es la Costa Brava. Un rincón maravilloso en el centro del mundo. Un paraíso en la tierra.
2miércoles/
Día de calor infernal y con mucho viento. El pueblo no esconde gran cosa. La playa enorme y sin gracia. Olvido cerrar el track en el parking y gravo el tramos de ruta por la autovía hasta el camping MobyDick.
El Camí de Ronda recorre toda la Costa Brava pegada al mar. Marcada como GR, es un gusto que alguna vez hay que hacer. Esta tarde cae el tramo que pertenece al municipio de Palafrugell, de bellísimo encanto, con dificultades por los desniveles y por las trazas de sendas rotas.
Iniciamos la caminata en el Camping Moby Dick, y sobre la línea de costa en Cala Pelegrí. Mucha turista y l a risa marina que endulza todo. Recorremos Calella y sobre el cabo entramos en la bella Llafranc. A su salida comienzan las hostilidades: una fuerte pendiente por escalera para salir a asfalto y seguimos en subida hasta ganar el Faro de San Sebastián, con sus ruinas íberas. Aquí nadie un hermoso sendero entre pinares abierto siempre al mar. Caemos a una bella Cala empedrada donde las ninfas se recrean. Nueva poderosa subida por acantilados con vistas impagables. Una zona más abierta y por fin aparece la Cala Tamariu. Sus barquitos en la ensenada y sus turistas dándolo todo. Imprescindible!!! El baño ya cayendo el sol.
Repostamos agua y por la rambla en subida ponemos rumbo de vuelta por el interior. Pasamos el Camping y más allá una Urba. Entramos en un sendero con la noche ya cerrada. Se empina que da gusto hasta por fin ganar un alto donde nadie una pista ancha. Le tiramos sin perdida y más allá un cruce. Asfalto y coches. Es un momento, pues rápido tomamos una segunda carretilla sin tráfico y al poco pista de tierra. La línea estrecha de la luna creciente ahora nos acompaña. Impresiona cuando el camino se convierte en senda. Emboscados en la noche profunda. Así avanzamos siempre en bajada hasta por fin llegas a las primeras casas de Llafranc. Tocamos asfalto y al poco sobre el paseo marítimo nos sentamos en la terraza de un bar. Van a ser las 23:00 y las cervezas y las tapas nos saben a gloria!! Al levantar mesa solo nos queda deshacer la magnífica senda litoral de vuelta a Calella y si extraordinario camping.
Día de relax en el camping y alrededores. La vida tranquila
Las costas norte de Palamós guardan secretos bestiales. Toda la Costa Brava me la comería, y éstas calas la guinda del pastel.
La.salida del camping en busca de Cap Roig, que en la primera mañana anda engalanándose para la fiesta nocturna, pues nos visita Norah Jones, cantante norteamericana que cosechó algún éxito hace ya algunos años y de los cuales parece ser sigue viviendo. Hace calor pero no tanto. Se acaba el pueblo tan turístico y nace una pista abierta que nos mete en un bosque típico mediterráneo. Subimos sin estridencias hasta un mirador y luego la bajada franca que nos acaba metiendo en la bella playa de Cala Palamós. Seguimos un rato por la línea de costa en busca de nuestro objetivo: Cala S'Alguer. El paseo por el Camí de Ronda precioso, y al llegar a la cala quedamos petrificados: lucen las casetas típicas de pescadores y las barcas. Y apenas turistas como nosotros dejándose llevar por la caricia del lugar. Impacta tanda belleza. Nos hacemos fuertes en una mesa sombreada frente a una caseta de pescadores. Con sus sillas. No hay nadie. Bueno, a parte de algunas turistas practicando el baño y demás... Increíble lugar. Restaremos buenas horas sin más futuro que disfrutar del baño. Ni las chicharras molestan. De 10!!!
Pasadas las horas de sesteo ponemos rumbo de vuelta por la línea de playa, es decir, por el Cami de Ronda. En Cala Palamós tomamos unos estupendos helados y cafés y echamos la partida de cartas. Y al levantar el culo al yacimiento íbero en un precioso promontorio que cierra la fotogénica bahía. Afrontamos luego una importante subida. Las vistas en todo momento impactantes de la costa y las Islas de las Hormigas. Luego una no menos importante bajada y así hasta entrar en las playas de Cala Estreta, un mundo aparte!! Absolutamente tremendas. Nos damos el baño y echamos el rato. Cuando seguimos ruta llegamos a la Cala del Crit, y tras las fotos afrontamos una fuerte subida por los acantilados ya en Cap Roig. Pasamos junto al tinglado del festival de música y más allá en el pueblo de Calella, en cuyo camping ponemos fin a la formidable ruta. Por siempre!!!!