G A L I C I A / eucaliptoLANDIA
Viaje relámpago cruzamos la península de SE a NO sin más paradas que las necesarias para repostar (gasoil, pis comida, miguelitos...)
Nos sorprende lo tarde que es cuando dejamos la autopista y tomamos carreteras locales para ganar Viveiro, al Norte del país. Y es que hemos viajado al N y al O, y eso se ha de notar...
Sin días cerrados ni planes hechos, solo el pensamiento de ir caboteando con la Cali de Norte a Sur hasta que se nos acaben los días. Ya otro día volveremos.
1/ COSTA NORTE
Viveiro
Paseo urbano entre las poblaciones de Viveiro y Celeiro, que comparten ría y puerto. Visita al casco antiguo de Viveiro, con sus puertas ancestrales y su vetusta iglesia.
Un pueblo muy bonito, y vivo! Algo a lo que no damos importancia mientras disfrutamos de sus calles y movimiento y que con el paso de los días apreciaremos en su justa medida.
O Barqueiro
Nos acercamos a ver el nudo de puentes sobre el río que separa las provincias de Lugo y A Coruña.
Aún por aterrizar en nuestra nueva realidad, embobados con los paisajes, llegamos al enorme brazo de mar que separa las provincias de Lugo y A Coruña.
Estaca de Bares
Por aquí el viento enfila se siempre normal. A mí me cuesta entenderlo, y más sufrirlo. Gano el espigón por detrás del Faro medio cagado. Luego siempre por asfalto una buena cuesta al Hotel Semáforo, con vistas excepcionales. Deshago algo y Pas brea hasta el pueblo de Vila de Vares.
Mucha fama por ser el punto más al Norte de la Península. Luego sin estar mal, digamos que merece la pena. Y más merece lámparas en el bar frente al mar para comer pescado. Lo típico del lugar. Otra cosa es el precio.
Ortigueira
Paseo vespertino para ver el pueblo, que se ve de una pincelada. Poca gente, puerto deportivo parado, plaza sin ambiente, luego en lo alto del campanario de la iglesia del pueblo un grupo de músicos ambientan la tediosa tarde con sus gaitas. Tampoco tanto...
Morouzos |
Cariño
Paseo por el pueblo de Cariño. Alguna foto de más de los alrededores. Un chuletón de vaca entre pecho y espalda. Para quitarse el sombrero. Lo demás, algo penoso: el pueblo poco vale, el Cabo Ortigal menos.Se sube luego la montaña y del otro lado visita obligada a Santo Andrés de Teixido, muy pintoresco la verdad. Un paseo agradable y aseos públicos.
Valdoviño
Hace calor y llevamos el día tremendo. Al llegar a Valdoviño nos sorprende tanta gente. En la puerta del camping decidimos seguir en busca de otro algo más lejos pero que parece más tranquilo. Al menos sobre mapa jejeEs así como seguimos rumbo W/S y legamos a Aldea Taraza, una zona residencial con su pequeño y bullicioso camping y sus espléndidas playas, de Meirás y otras, su río serpenteante, y su castro ya casi desaparecido.
Salida matinera del camping por asfalto sin tráfico. Luego navegamos por arenales hasta arriba de vegetación intentando y consiguiendo llegar al enorme faro que se divida siempre en lontananza. Salvamos un tramo junto a acantilados no aptos para vertiginosos jeje (yo uno de ellos...) Luego en el imponente faro dos mujeres amenizan la llegada de la borrasca con sus gaitas. Debe ser costumbre en estos lares. La vuelta deshacemos camino y caemos luego a una antigua piscifactoría y una bonita ermita en un islote. Luego el olfato nos tira a las playas que se abren entre acantilados con los playistas disfrutando de un típico domingo galego, es decir, con nubes y niebla... Más adelante casi llegamos a la playa principal de la zona, la de Meirás, pero unas rocas bastante puntiagudas y el bravo mar nos impiden ganar la ansiada arena. Así, nos toca deshacer camino y por el asfalto que nos metió en la zona volvemos al camping. Antes de entrar en el caemos a la playa, y nos sorprende el río que llega a la ría y la zona de picnic. Muy chulo!!
Caminata vespertina en busca de un antiguo poblado celta. El mapa no engaña pero el acceso es complicado. Pasamos zona de casas y luego el monte tan cerrado que nos toca volvernos. Buscamos otra entrada y ahora sí se abre una senda hasta lo alto del monte. Mucha piedra, algo circular, un agujero..., nada más. Rodeados de acantilados. Las fotos y bajamos por donde hemos subido. Nos encaminamos a la playa. Excepcional. En su bar el vino y el marisco. Luego la vuelta deshaciendo camino.Pontedeume / Fragas do Eume
Mosteiro da Caaveiro |
Llegados a la entrada del Centro de Visitantes del Paraje Natural Fragas do Eume cuesta aparcar. El Centro curiosamente está cerrado, e iniciamos la caminata con la mosca de que igual tampoco funciona el servicio de autobuses para sacar al turista del cañón una vez hecho el recorrido clásico.
Sin dilación echamos a andar, delante y detrás más turistas como nosotros. Todos aderezamos el paso para no pisarnos..., si bien al tiempo todo toma su lógica...
Por un buen trecho sobre asfalto y un puente colgante nos invita a pasar a la margen izquierda. El amplio río con algún rápido y mayoritariamente por sombra de árboles en su mayoría típicos de los bosques que fueron en Galicia hasta la aparición del eucalipto y otras especies de rápida propagación que han machacado y diezmado los bosques autóctonos.
Bien sencillo el avance, solo ya en su parte cercana al Monasterio una cuesta en la que han puesto una cuerda de tender para que el turista se sienta importante, famoso, antes de llevarse un resbalón y con suerte un nefasto golpe cerebral.
Luego algo más adelante un cruce para ganar el monasterio bien por el río Serín, bien por el Eume. Nosotros tomamos el Serín, más pequeño y pintoresco, con más pendiente, dibujando alguna cascada y recabando alguna fuente. Ya arriba visitamos el fabuloso cenobio, que en tiempos no muy lejanos acogió una legión de seguidores de Cristo, supongo. Rodeado de un impenetrable bosque, es una auténtica fortaleza en lo alto de una lengua de tierra entre los dos ríos.
Tras la visita caemos al punto donde el autobús recoge turistas de regreso. Y...eureca!!: Justo acaba de llegar y podemos montar, de forma que el viaje de regreso lo hacemos en un microbus con el aire acondicionado como si estuviésemos en Benidorm y el conductor a toda leche, tal montaña rusa de Terra Mítica jeje.
De vuelta en el parking alucinamos con la petada de coches que hay. Sobre una amplia mesa de piedra junto al río cerramos el track, damos cuenta del bocata de jamón y queso, y ponemos rumbo una ves más hacia lo desconocido.
Betanzos
Llegamos a la tarde a la que fue capital gallega. Parece que hay que hacer una parada. Algo bastante decadente, el casco antiguo en alto, muchas casas la mayoría caídas, los negocios cerrados, algunas iglesias esas sí siguen en pie jeje. Nos debatimos entre tomas algo fresco en alguna terraza o continuar viaje. Prevalece el rusticismo.
2/ COSTA DA MORTE
Malpica de Bergantiños
Hemos tirado millas algunas por autopista. Hemos entrado en A Coruña y salido sin despeinarnos para poner rumbo a la Costa da Morte. Parece sobre mapas que dejamos cosas interesantes por ver. Pero mejor poner tierra de por medio con la bigCity. Puejjjj qué odiosaaa!!Entramos en Malpica de cabeza al puerto. Aparcados, caminamos en busca de algún antro donde comer marisco fresco. Lo encontramos, cómo no!!
Salimos doblados y ponemos rumbo a un camping que hemos atisvado junto a la carretera. Cae la noche y nuestros huesos descansan por fin a la entrada de ....la Costa da Morte!!!!
Pedra da Arca |
Islas Sisargas |
Laxe
Bar en Laxe |
Allá que vamos a la tarde con el ajetreo en el pueblo de playistas, remistas, camineros y demás turisteros. Luego por la parte alta del pueblo en un cruce a derechas se acaba tomando una senda bien marcada que hace la línea se costa hasta ganar el bonito faro. Del otro lado más senda y en bajada a un roquedal y enseguida ya cerca del pueblo, el cementerio y la Playa de los Cristales. En.un magnífico bar en el centro del pueblo, cobijados de la suave lluvia que nos ha acompañado toda la caminata, cierro el track.
Camariñas
Praia do Trece |
Seguimos luego adelante por la ancha anchísima pista en importante subida, siempre las vistas impactan d e la costa, la Costa da Morte.
Visitamos el pueblo de Abril que gusta y mucho, y seguimos al de Camelle, donde hacemos un sencillo paseo para tomar café y visitar el pueblo volcado a la bahía y su pequeño puerto, y ya de paso el Museo de Man
Muxía
El fin del camino para los que no quieren morir en Fisterra. El pueblo, como todos por la zona: sin gracia. El enclave, como todos los de la zona: alucinante. El paseo tan trillado, con tanto asfalto..., en fin. La iglesia reconocible. En el bar nos engañan, parecen de Alicante: nos ponen patatas y calamares congelados. Es el precio que hay que pagar por ir a sitios turísticos.Muiñas do Toba |
Fisterra |
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