jueves, 23 de julio de 2020

la frontera invisible/
SIERRA de PELA. SORIA
Se agradece el suave viento al rodar en los días cálidos del verano castellano. Da igual la dirección, siempre el viento de cara. A un lado y a otro de la Sierra siempre el viento de cara. Da igual si la subes o la bajas, siempre el viento de cara. Por la frontera invisible montado en mi burra, el norte en el sur sin este ni oeste. Por la Sierra de Pela
¡CastillaUnida!
Al sur de Soria el rincón perfecto. Profundos barrancos morada de buitres, ciervos, jabalíes. Río abajo el agua fría de los arroyos de la Sierra Pela. Camino dulce por las sendas enamoradas de poza en poza de fuente en fuente. Voy caminando apenas, tan liviano el andar casi volando levito. Me dejo llevar río abajo por la senda bonita la mirada atenta a la vida que nace en cada halo de luz y me abraza.
Pasan los días acompasados sin pasar pasan en la fonda de Retortillo Las Guapas bailan y ríen movidas por algún extraño don. La noche una fiesta el día un regalo. Así vamos de fiesta en fiesta de regalo en regalo. 
Despierto coronando el Mojón de la Lastra y luego a tumba abierta hasta Recuerda y Quintanas de Gormaz. Vadeo el poderoso Duero otrora frontera inexpugnable. Los bosques de pinos y los encinares. Ayer como hoy los pueblecitos castellano-viejos perdidos del mundo, perdidos de todo menos de sí mismos. 
En Bayubas de Arriba la fuente. Luego piernas y piernas. De Valderrodilla a Andaluz camino a veces por estar la carretera levantada. No hay nadie o casi, sólo polvo en los zapatos. En Andaluz la Iglesia de San Miguel con su bellísimo pórtico mirando a los campos abiertos de Castilla. En Berlanga el bocata de chorizo y los torreznos con las Guapas, merecido descanso. Luego a tó meter con el sol en lo alto directo de vuelta a Retor los continuos cuestiones por Paones y Alaló.
Paseo bajo un sol de los buenos por las amplias campas al sur de Soria. Luego en Barahona giro a derechas y directo a la meseta sur. El puertecito y entramos en Guadalajara por Paredes de Atienza. Los mismos paisajes, las mismas gentes, las mismas ermitas, el sol de justicia.
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3 comentarios:

akmon dijo...

Ir con la bici por ahí debe ser como viajar hacia la paz interior. Sus paisajes, su escasa densidad poblacional, te permiten (si la orografía te deja) a poder reflexionar sobre la vida mientras las condiciones de contorno te invitan a ello. Que disfrute habrás tenido.
Mucha suerte y fuerza para la trans pirenaica.

mutxabtt dijo...

Justo de eso se trata, Unknown. Un viaje al centro de la nada

mutxabtt dijo...

Justo de eso se trata, Unknown, un viaje al centro de la nada. El mejor de los viajes...