La Ermita✓
No importa tener llagas en las plantas de los pies cuando de lo que se trata es de huir. Huir de la desidia y la desesperación, del aburrimiento y el dolor, huir, aunque solo sea por un rato.
Las espléndidas Trabuco me empujan hacia adelante por kms y kms, un buen rato. El suficiente para espolsar de mi mente los raros pensamientos.
Ya vuelvo cuesta abajo, de puntillas para evitar el profundo dolor en las enllagadas plantas de los pies. La sonrisa atormentada, la mente en paz.
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