domingo, 9 de diciembre de 2018

CRT BICIOAVENTURA/ SERRANIA DE CUENCA Y TIERRA MUERTA

La Tierra Muerta
Ruedo hacia la Tierra Muerta
Sin saber qué voy a encontrar
Ruedo hacia la Tierra Muerta
Quizá haya entrado ya
Ruedo hacia la Tierra Muerta
No sé si alguna vez rodé hacia otro lugar
.
 A mi alrededor nada veo
Los ojos cerrados los ojos abiertos
Golpeo con fuerza el suelo
O eso creo
.
Transito no sé si despierto o dormido
Abrazado a la Jim Dandy nada oigo
Nada siento ni recuerdo 
Subo cuestas que no son
Pasan los días que no son
Lanzado en precipicios sin fin
Por las cuestas y los días 
.
A mi alrededor nada veo
Los ojos abiertos los ojos cerrados
Golpeo con fuerza el suelo
O eso creo
Día uno
Con un frío del carajo toda la comarca de Sotorribas. De Cuenca a Cañamares aterido de frío, siempre por debajo de 0ºC. Los pueblos fantasmas. Ni gentes, ni iglesias, ni nada. Solo frío. En Fuertescusa almuerzo un espléndido bocata rodeado de gente ataviada a la manera militar. Sin duda cazadores de pro.... A la salida del pueblo una tachuela en la que compruebo que no ando fino. Luego siempre en subida durante un buen puñado de kilómetros pegado al bravo río Escabas. Del Estrecho del Infierno ni me entero, y comienza la primera ascensión seria del día. Larga y tendida, rondando de media el 8%, entro por fin en los altos de Las Majadas, un pueblecito que vive a medias del ganado y del turismo rural. Luego de una bajada rápida se llega a Villalba de la Sierra, enclave privilegiado. Giro a izquierdas y comienza el segundo puerto del día, una copia del primero. Ya arriba una familia de corzos sale a mi encuentro cruzando su carrera justo delante mía. Un momento que me devuelve a la vida, sobresaltado y emocionado. Al poco llego a la Ciudad Encantada y paso de largo; el tiempo apremia y aún queda un buen trecho por recorrer. Caigo de nuevo veloz ya embocando Cuenca. Paso por Valdecabras, pero sigo adelante. Ya en el Júcar tomo un camino asfaltado por la margen izquierda que me obliga a un último esfuerzo por la prolongada subida hasta entrar en la ciudad por la puerta de su castillo, en todo lo más alto. Ya sólo me queda, entrada la noche, caer al punto de partida.

Día dos
Cruzo la ciudad nueva y a la altura de Mohorte se toma un desvío con indicaciones de Las Torcas. Por fin el silencio y la tranquilidad. Quiero visitar la Tierra Muerta, pero el track que he levantado lo que hace es circunvalarlo, como poco a poco averiguaré. Así, entro en zonas boscosas, pinares inmensos con ríos caudalosos. Esto es igual Serranía. Un enorme paredón me hace apretar los dientes. Visito la Torca de la Novia y más adelante el Torcazo Colorado. Y más adelante paso cerca del pueblecito de Los Oteros y al tiempo encajo mi rodar junto al Río Guadazaón. Así llego al pueblo de Valdemoro-Sierra, arracimado alrededor de una pequeña colina coronada por un castillo-iglesia. En su bar doy cuenta de un soberbio bocata de chorizo y queso y me apresto a atacar la parte más dura de la ruta. Son 12 kms lo que separan Valdemoro de Beamud, y en verdad que casi pongo el pie en tierra en más de una. Cuento hasta cuatro paredones que rondan y pasan el 16% de desnivel. Con las fuerzas justas mantengo el tipo a duras penas. Ya en Beamud repongo agua de la fuente y sigue la vertiginosa subida. Cuando por fin corono el asfalto desaparece a mis pies. Serán cerca de 7kms de pista, entre el miedo a caer y el miedo a pinchar. Finalmente salgo a una carreterilla estrecha pero con buen firme. Algunos toboganes y mayormente en bajada hasta entrar en Buenache de la Sierra. De aquí a Cuenca vertiginoso descenso y triunfal entrada en la monumental ciudad por la Hoz del Huécar.

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