LA AXARQUÍA
Llegamos entrada la noche. Las calles vacías. O eso parecen. Callejeamos impactados por el blanco impóluto de las casas y los rincones de pueblo moro que enamoran. Todo cerrado. O casi. Una taberna abierta con un buen puñado de cervezas artesanas... El dueño manchego con excelente acento ingles, tan amable, nos pone las pilas con los usos y costumbres del lugar. Afuera en las mesas la gente rie y canta. Es una fiesta.
Como en un cuento de adas, caminamos por el pasado en estas tierras ancestrales. Nos vamos como flotando, en busca de un restaurante donde saciar el hambre. Y lo encontramos.
Como en un cuento de adas, caminamos por el pasado en estas tierras ancestrales. Nos vamos como flotando, en busca de un restaurante donde saciar el hambre. Y lo encontramos.
Ruta dos:verTRACK/ Frigiliana
Equivocamos la entrada entrada la noche y nos damos de bruces con una almazara. Ya que estamos compramos aceite. Sin filtrar, del que se corta a cuchillo. Embocados por fin en el pueblo, callejeamos hasta la plaza, donde nos sentamos a cenar en una terraza y disfrutamos del ambiente tan andaluz. !Hay mi arrrmaaaa! Entre vinos y risas prestamos atención a lo que hablan los parroquianos. Nada entendemos. Eso si, bailan y bailan y cantan y cantan, cantan como bailan, bailan como como cantan.
Ruta tres:veTRACK/ Cómpeta
Aún con luz el bello y encajado pueblo con su maravilloso alminar mudéjar. Compramos algo en una cueva para pasar la noche vieja. Luego entramos en el único bar abierto en el pueblo. Lo regenta un inglés que no entiende ni papa de castellano.
Música de los años '70 y venga a beber. Los jornaleros con la guasa y venga a beber. Y brindamos quien sabe por qué! Y de vueltas bailamos y cantamos las viejas canciones que todos conocemos y brindamos de nuevo quien sabe por qué!
Música de los años '70 y venga a beber. Los jornaleros con la guasa y venga a beber. Y brindamos quien sabe por qué! Y de vueltas bailamos y cantamos las viejas canciones que todos conocemos y brindamos de nuevo quien sabe por qué!
Es primer día del año y la gente pasea tranquila por la línea de mar. En un chiringuito saciamos el hambre y la sed. La tarde de paseos, para un lado y para otro de la bella y extensa playa. Y la gente tan animada le hace corros a la guitarra y ahí van y se vienen arriba con canciones del pueblo. Cantando y bailando.