GVL/ El Valle de Ricote

 EL VALLE MORISCO

Ricote, el Valle Morisco. La joya. No una cualquiera. LA JOYA. Durante siglos el generoso río domado por el hombre para conseguir hacer fértil las tierras más secas y duras. Unos paisajes sacados de Las Mil y Una Noches, los valles mesopotámicos, la lujuriosa Damasco, Sidi Bou Said..., las altísimas montañas del Norte iraní, imperial Armenia, el sultanato entero. Y claro, los Valles de Ricote andalusí, el más bonito jardín. 

Remontamos el río Segura desde Archena y su famoso Balneario. Es la primera parte del fabuloso viaje por el Valle de Ricote: el paseo junto al río, sus legendarios pueblos, Ulea, Ojós, Villanueva, Blanca..., y sus paisajes de una fuerza única!! Paramos mil veces pero podían haber sido un millón. Allá donde miras un mundo sin principio ni final. En Blanca el bocata y el café y la charra con sus gentes. Gentes de éste y de otros siglos. Algunos pasados y la mayoría por llegar. El pueblo enraizado en su historia. ¡Orgulloso!! 

La segunda parte la aproximación a las montañas. Despegamos del río de la vida y ahí vamos proyectados en los paisajes lunares, marcianos, plutónicos!! Por la falda Norte los collados y los pinares y las vistas a lo lejos de la Sierra del Oro y las no menos legendarias Caravaca y Ceheguín, y tantas y tantas alquerías que se pierden entre riscos insalvables, oasis a la deriva... 

Tras el Collado del Moro la cara Sur, la vuelta a Archena, primero con las locas vistas del inalcanzable Pico Almeces y más allá la impresionante Rambla de Carcelín, que esconde los paisajes más inquietantes de estas partes del Universo.