Con Moisés
De charra con el gran Moisés cualquier recorrido se convierte en un mar de rosas. La felicidad supura incansable por todos los poros, entre el sudor y la crema solar. Así vamos sin rumbo fijo por los alrededores montenegrinos. Arriba y abajo, con tramos encantadores y otros que aún lo son más. Pistas resecas y senderos deshuesados a la manera alacantona. El poder del erial jeje.Por el Portel de la Moleta a Llofriu y la Hacienda de las Águilas, donde decidimos ir a buscar la cara Norte del Bec. Tan descarnadas como siempre, quizá aún más con el cambio climático jeje. Los toboganes y las trampas, que como las conocemos todas parecen menos trampas... Más allá del Cap de Monnegre enfilamos las faldas de la Serra Güendo. Algunos tramos duros, y más con las gravel, que igual hacemos con esfuerzo y sabiduría jeje. Las fotos en la parte alta y, ya de vuelta, la bajada buscando los senderos más divertidos, los de siempre y alguno nuevo, que la cosa va creciendo con tanto betetero desmadrao que hay por la zona... Así, a tope de power, hasta la altura de Valle del Sol, donde tomamos una estupenda pista en bajada. Bien abajo una curva cerrada a derechas. Nosotros seguimos y enseguida la pista desaparece bajo nuestros pies. Hay que navegar a duras penas, hasta por fin dar con una pista muy rota que a su vez lleva a un sendero también muy roto, que a su vez nos enfila a unos túneles de peluquería que nos pasan por bajo de la autopista. Del otro lado estamos en las tomateras de Les Tomases, ya por asfalto y en bajada, a todo gas, a Ravel, en Mutxamel, donde festejamos en el Ibiza , ¡cómo no!!, para remontar al punto de partida por las partidas de El Segnal y El Volaor.
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