ElectricBand
La noche cerrada y yo disparado, como el rayo. Cruzo la ciudad a oscuras. Muerta. Junto a una nave espacial paso, aunque Moltó dirá que es un mausoleo, con todas sus luces y nadie en su interior, y en su exterior sólo putas, demarcadas, espectrales, moribundas como la ciudad acabada.
Sacudido por el frío mantengo el equilibrio a gran velocidad, como queriendo escapar de la desolación, del virus con corona que se ha cobrado la vida de tanto conciudadano en tiempo récord. Todos muertos. O casi; mis amigos beteteros igual ruedan al punto de encuentro. Y ahí vamos espectrales la Electric Band, bajo enormes torres de luz que quién sabe si dan luz o sólo soportan el mundo moribundo, cruzando campos de patatas, todas radioactivas, y barranqueras que quizá algún día muy lejano llevaron agua en su reseco seno. Suena a película claro. A película de ciencia ficción...
Una etapa maratoniana con los hermanos del pedal eléctrico. De noche cruzo la capital y me reúno con los guaseros en La Florida. Unos primeros kms de asfalto por detrás de Las Atalayas para enseguida comenzar a unir tramos y más tramos de sendas de lo más divertidas. Grandes conocedores del terreno mis amigos, ahí vamos con la diversión a cuestas. Hacemos la cuerda de la Sierra de Colmenar con sus bellas vistas y luego ya metidos en faena por los aledaños del Pantano de Elche. Intentamos llegar al Castillo de Aspe, pero el río va crecido y es imposible cruzarlo. Así, llegamos al mirador que hay pasado el túnel en la cabecera del Pantano y deshacemos hasta la presa. Luego la salida la hacemos buscando el Barranco del Grifo dirección Elche. En la Partida de Altabix ponemos rumbo de vuelta y por la vía para bicis por detrás del Parque Industrial de Torrellano y entramos en Alicante. Le tiro con Moltó hacia Rabasa y por Villafranqueza deshago camino hasta el punto de partida.
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