C U E R P O Y M E N T E
Que la mente también da pedales no es una frikada de los psicólogos deportivos, que por otro lado, de algo han de vivir. Y si no, que me lo digan a mí. Esta mañana ya antes de salir aguanto la respiración y en un vuelo cierro un circuito magnífico con la sensación de que era otro el que sudaba por mi. Igual he tirado las fotos que me han venido en gana, he saludado al sol cuando ha tenido a bien salir y a los pocos humanos que a mi raudo paso he encontrado, la Guardia Civil ha intentado darme caza en el tramo de autopista que con dos cojones he realizado (vaya mierda se han comido...), he almorzado en mi banco favorito del bello pueblo de San Vicente saboreando cada bocado, y repartido besos y abrazos a la concurrencia que asombrada aclamaba mi nombre al llegar al...curro? En fin, una jornada estratosférica que dice mucho sin duda de esos psicólogos deportivos, tan atentos a las temeridades ajenas, y claro, también de mi, que he de ir aún ahora soltando el aliento poco a poco, poco a poco, poco a poco.