EL PANTANO DE TIBI
Estupenda clásica en día desapacible, típico invernal, en compañía de mi amigo Gonzalo, por primera vez paseando estas tierras. Como niño pequeño disfrutando de todos los descubrimientos, y yo con él. Un placer revolver de nuevo en el patio trasero.
Mandado construir por el pater patriae Felipe II a finales del siglo XVI, el Pantano de Tibi pasa por ser la primera presa de sus características levantada en Europa. Enorme obra de ingeniería que a día de hoy sigue a pleno rendimiento.
La presa sirvió, y también ahora, para regular los riegos de la huerta alicantina. Y su utilización, junto con el particular régimen de lluvias de la zona, han conformado un paisaje en el curso medio del río realmente alucinante.
Sin duda uno de los paisajes mas bellos donde he estado. Para algunos, un secarral sin vida; para mí, un espectáculo geológico, botánico, paisajístico y ornitológico impresionante.
El curso medio del río, desde la presa al pueblo de Mutxamel, bañado cuando le rota al hombre por obra y gracia de la susodicha presa, en los episodios de inundación esporádicos de la desértica zona, y las pequeñas surgencias salinas, que están acompañadas por marcas de sal tras la evaporación de ésta, es un monumento a los sentidos. Único.
Una tierra compuesta por arcillas rojas y yesos del Triásico coronadas por materiales mas recientes, del Cuaternario, y en las que el agua ha conformado un paisaje erosionado y de colores rojizos, azulados, ocres y marrones, a los que la vida vegetal y animal se ha adaptado de tal modo, que lejos de ser un paisaje inhóspito como muchos lo quieren tildar, está lleno de vida. Rezumante.
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