IN TE MP ER I E
A mis primos zujareños, que tantas alegrías me dieron de joven y aún hoy/
"En este páramo estéril, en esta tierra baldía, germina en mí otra vez"
'Escápula', EGON SODA
"Al alba se detuvieron al pie de una loma calcinada, sobre cuya cima el horizonte desaparecía"
‘Intemperie’, JESÚS CARRASCO
Día uno/
Nos sorprende el amanecer en ruta por los amplios espacios abiertos dirección Norte. Orce quedó atrás vete a saber cuándo y por delante lo desconocido. Las pistas rápidas unas veces llaneando, otras para abajo, algún repecho, poca cosa. En un recodo la Cueva de Corta Orejas. Deshabitada, como tantas otras en este inmenso mar vacío.
Avistamos tras un alto el pueblo de Huéscar. Por sus cuevas entramos y en la plaza los churros y los cafés. La conversación poca; el árido Altiplano granadino lo manejan gentes adustas, secas. Luego con el buche lleno y el sol subiendo seguimos en busca de nuestro destino. El track nos lleva a una pista sin salida y el alto abarrancado lo ganamos pateando. Aprovechamos para quitarnos ropa y luego entramos en vertiginosa bajada al lecho del impetuoso río Guardal. Al cruzarlo encaramos el Barranco de la Mala Mujer. Muy cerrado y apenas pisado, olvidado en las profundidades del mundo, nos topamos como una aparicion con un lugareño y sus perros que nos cuenta cosas de las que nada sabemos. Ratos a pata y a ratos andando, acabamos saliendo a pista abierta en la que nos cruzamos a una bella morena corriendo en dirección al barranco. No tiene pinta de ser la mala mujer... En el pueblecito de Fátima cargamos agua y al poco por aldeas y cuevas junto al Embalse del Portillo. La zona es especialmente bonita. Muy verde, de tierras fértiles y trabajadas. Así le tiramos ahora dirección Sur en busca del espectacular pueblo de Castril, que cruzamos con sus bares y terrazas hasta arriba de turistas. Estamos ahora en el valle del río Castril, que nos acompaña por unos buenos kms hasta el pueblo de Los Laneros, en cuya plaza comemos. Unos gitanos se sientan a nuestra vera con las cervezas y los cigarros y nos hablan de cosas de las que nada sabemos.Siempre en bajada para entrar en Cortes de Baza, y luego dirección a las Cuevas del Negro con la impresionante mole del Cerro Jabalcón enfrente. Estamos en la cola del enorme pantano del Negratín, que recoge las aguas de los ríos Baza, Guardal, Castril y Guadalentin. Toca subir hacia los Baños de Zújar y luego al pueblo, que encontramos de fiesta, con sus gentes disfrazadas y la música por todas las calles. Por uno de esos avatares de la vida, buscando a mis primos Haled y MªAurora, me topo con Angelita la del Río, que nos pone al corriente de asuntos de los que nada sabemos.
Ya fuera del pueblo por el camino de Baza ganamos un alto y dirección Norte afrontamos la búsqueda de las Cuevas de Luna. Cuando más perdidos estamos nos para un tipo en su flamante pickUp que nos marca el camino. Así navegamos a su rueda unos kms y luego ya solos cruzamos el Río de Baza y subimos a las famosas cuevas con su atalaya árabe y sus impagables vistas del Jabalcón al atardecer. Los últimos kms hasta Benamaurel sobre la brea con la noche pisándonos los talones. |
Cuevas de La Batel, Zújar |
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Cuevas de Benamaurel |
Día dos/A las 5 de la madrugada abren el Bar Benidorm, pero nosotros nos dejamos querer en la cueva con las sabanas de franela por las orejas hasta algo después. Ya sobre las burras remontamos el bello valle del Río Guardal y un cruce a derechas nos adentra en una enorme extensión por los Cerros de los Yegüeros, todos cuidados con exquisito mimo, con sus pinares y espartales y romerales, y sus abrevaderos para los animales. Algo único, valiente. Al tiempo entramos en el Arroyo del Salar y seguimos su camino hasta algo antes de entrar en las Cuevas de El Margen. Tomamos dirección Norte y por la Cañada de Castillejar llegamos a la Cueva de El Comunal, famosa en el mundo entero por desarrollarse en ella las escenas del tullido en la célebre película de Benito Zambrano "Intemperie". Las fotos, la emoción y seguimos nuestro camino por la Cañada de Guzmín hasta el Cortijo de Los Llanos/Venta El Cruce, igualmente famosa por ser otra localización de la peli. Estamos en las Bad Lands, enormes extensiones de yesos y arcillas que conforman las típicas cárcavas, farallones y ramblas, paisajes desesperantes, depresivos, para unos, fuente de inspiración para otros.
Ganamos el Puerto del Lobo y comenzamos a bajar dirección Galera por los Cerros del Pez. Avanzamos pegados al río Galera y enseguida nos sorprende el Yacimiento Arqueológico de Castellón Alto. Se trata de un asentamiento de la Edad del Bronce (2000 a.C., Cultura del Algar) que llama la atención por lo escarpado del lugar (estupenda atalaya sobre el rico valle) y por los enterramientos que practicaban. Espectacular. El frío aprieta y ponemos rumbo a la cercana Galera, cuyas alucinantes cuevas y coqueta iglesia mudéjar visitamos. Luego nos esperan buenas rampas rumbo a La Alquería, otro fabuloso nido de cuevas en medio de la inmensidad. Compartimos la comida que nos queda con unos perros salvajes parapetados del viento y el frío junto al camino y seguimos dirección SW encarando la Sierra de Orce. El viento nos maltrata por el altiplano hasta que por fin las primeras masas forestales en la falda de la sierra atenúan el impacto. Con las fuerzas justas afrontamos el tremendo puerto de montaña de la única manera que podemos: con filosofía torera. Del otro lado de la montaña en la bajada llegamos a un collado donde se asienta el lugar donde encontraron allá por los años 80 al famoso Hombre de Orce, cuyo descubrimiento hizo cambiar el mapa de la evolución humana. Estamos en el Yacimiento Arqueológico Piedra de Sílex. De nuevo las fotos y la emoción. Aún nos quedan unos 15 kms para llegar a Orce, la mayoría en bajada por El Bosque, excepto un par de fuertes repechos con el violento viento en la cara que nos deja clavados.verTRACK/altiplano-granadino-hoya-de-baza-dia-2-de-benamaurel-a-orce- |
Pozo de la Rueda |
“En toda aquella desolación dominaba una pasividad abrumadora, la rutina desganada del día que sigue a la noche, y no obstante, la intimidad misteriosa de las montañas, su milagro consolador y mudo, convertían a la muerte en un acontecimiento de escasa importancia”
'Pregúntale al polvo', de JOHN FANTE |
Cortijo de Los Llanos/Venta El Cruce |