GVL/ Camino del Cid. De Ontinyent a Xàtiva

 . DE ONTINYENT A XÀTIVA

"Quién en algún lugar mora siempre lo suyo puede menguar. Mañana por la mañana, pensemos en cabalgar.", El Cantar del Mio Cid, versos 948 y 949,

 

De vuelta a las andadas, el Camino del Cid siempre me acompaña. El salvoconducto lleno de sellos, y los que vendrán! Una forma diferente de viajar, de vivir la bicicleta y su comunión con el medio y con la historia. Una historia tan nuestra, el vigoroso medievo español y su más famoso caudillo, el Cid Campeador, ante el cuál nuevamente me postro. 

 

La salida en Ontinyent con el sano propósito de 'recaudar' los 5 sellos (y sus chapas) que hay en el trayecto hasta Xàtiva. Un tesoro! 

La visita al centro histórico de la ciudad no deja indiferente, con la Oficina de info turística enclavada en el palacio-fortaleza de la ciudadela árabe, y luego cruzamos la ciudad hasta la fábrica de Lurbel, todo un descubrimiento en ropa...de otro planeta!... para ciclistas y corredores. ¡Chapeau por ellos!!👏🏿👏🏼 

Por fin fuera de la ciudad por el Camí Reial de Gandía. Nada de tráfico, comienza la aventura! Algún desvío y siempre en bajada casi todo por asfalto, de lleno en la inmensa Val d'Albaida. En el pueblo de Bufali el primer sello. Toda una alegría, y más con el ambiente en el bar del pueblo, donde me hacen sentir un Pogačar cualquiera🤩🤩 Nuevo sello en la vecina Montaberner, donde he de esperar un buen rato entre risas porque el sello no aparece. Curioso el Ayto., ubicado en un antiguo monasterio. Guapo guapo! Y en la también vecina Alfarrasí, donde unos vecinos octogenarios me plantan un quinto y la tapa, el tercer sello/chapa. Esto es vida jaja, voy viento en popa, nunca mejor dicho, porque el viento que a la mañana apenas soplaba, ahora asusta... 

La salida de Alfarrasí en busca del Embalse de Bellús, tocando pistas por primera vez en la ruta. Hay que navegar con atención, y así y así nos plantamos en el pueblo de Bellús. Lo cruzamos y encaramos el Estret del Riu Albaida, lugar de fábula que esconde la famosa Cova Negra con sus pinturas rupestres. Estamos en el paso para dejar atrás la Comarca de la Val d'Albaida y entrar en la de La Costera. 

Ya a la salida del Estret con todas sus sendas colgadas del río, nos topamos con la Canal de Bellús, un impresionante acueducto con muchos siglos de vida. ¡Colosal!! Toca una buena cuesta y ya la entrada en la monumental Xàtiva con la infinita muralla de su inmenso castillo. Una postal que bien merece todo el esfuerzo. 

El paseo por la ciudad no tiene desperdicio. Visitarla sin prisas, una fiesta apuntada en el calendario a fuego! 

Tomo el último sello de mi camino, echo el bocata en una muy amena plaza y busco la salida dirección Canals, a Poniente, donde me topo con el crecido viento que sopla ahora inmisericorde con rachas peligrosas. En nuestro rodar caemos en la Pedanía de Vallés, con una iglesia realmente bonita. Estamos junto al Riu Canyoles y aún atrás las vistas impactantes en la lejanía de capital Xàtiva. Seguimos el avance con el vendaval en la cara y los pueblos de La Costera que se van sucediendo hasta llegar a Canals, pueblo grande, mucho, y con mucha actividad. Lo cruzamos, cruzamos también el Riu Canyoles, y encaramos la montaña de l'Olleria. Su paso nos devolverá a la Val d'Albaida. Un paso que significará la gran tachuela de la jornada, con rampas cercanas al 20% por una carretera destrozada y abandonada sin nada de tráfico y que serpentea junto a la autopista justo antes de entrar en el Túnel de l'Olleria. Ahí vamos en modo deportivo con todos los zig zags y las rampas. Por fin arriba, del otro lado enseguida en el pueblo de l'Olleria y tomamos un carril que nos lleva al otro lado de la autopista para coger una carretera de servicio y siempre en bajada o llaneando rápido (lo que nos deja el viento) nos metemos en el pueblo de Aielo de Malferit. De aquí a Ontinyent por la comarcal, con algún tobogán y el viento, que no nos abandonará hasta cerrar la espectacular ruta.