viernes, 24 de enero de 2025

GVL/ Sierra de Bèrnia desde Calp

BÈRNIA DESDE CALP 

Calpe es una ciudad sobresaturada. Bastante caótica y con un turismo que se ha apoderado de cualquier discurso. La enorme mole de Ifach y la laguna salada, sus bellísimas calas y tantos otros atractivos quedan cada vez más desnaturalizados por la avalancha de gentes. ¡Bienvenidos al turismo de masas! También el turismo ciclista, y es que en sus innumerables hoteles se alojan marabuntas de ciclistas, profesionales, semis, simples aficionados, la gran mayoría europeos del Norte, el Norte sin sol ni playa. ¡Vaya vaya!! 

Ruta muy carretera con dos 'pellizquitos' de gravel fácilmente evitables. El primero para pasear la bellísima laguna de Calpe con una buena colección de aves acuáticas, y la segunda, el sendero junto al río Gorgos que une las poblaciones de Lliber con Xaló. 

Aparcado, directo de visita a Las Salinas, de las que salgo malamente saltando una valla para no dar un rodeo de locos, y entro en la carretera de la costa dirección Moraira. La soleada mañana invita a bicicletear, aunque aquí da igual, el tiempo siempre es inmejorable, de forma que la jauría de ciclistas centroeuropeos lo copan todo. ¡Impacta!! 

En Cala Fustera las fotos y ropa fuera, y ya más entonado intento coger ritmo entre tanto carretero/a. Tomo el cruce a Benissa siempre picando arriba hasta coronar el puerto de Pedramala. Luego la rápida bajada y pronto circunvalando la ciudad para encarar el pueblo de Senija. El tráfico de coches y de ciclistas ha pegado un bajón y, después de pasar el muy coqueto pueblo de Lliber, tomo el sendero junto al río Gorgos, momento para respirar y poner orden en la ajetreada mañana. 

Rápido entro en Xaló, que cruzo para tomar la carretera que sube a Bèrnia. El trasiego de ciclistas es constante aunque menos, y los coches prácticamente han desaparecido, lo cuál se agradece y mucho. 

La subida se hace en dos fases, con la llanada de la pedanía de Masserof entre ambas. Ambas fases realmente son sencillas sin ninguna pared. Así, una vez encaramado en lo más alto, me desvío para visitar las Casas de Bèrnia, lugar con buenas vistas y sitio de salida de múltiples caminatas. 

Como lo que llevo y, tras comprobar que he olvidado el cargador externo y que el mvl está a punto de 'caramelo', decido dejar el circuito de la Sierra de Oltà para otro día. Así, comienzo el vertical descenso a Pinos y dirección Benissa. Un par de paredes en bajada y bien abajo, tras cruzar la autopista, tomo el Camí dels Lleus, que ya no dejo hasta entrar de vuelta a Calpe y al punto de partida. 

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