Un muchito de Pirinenc flowwwww
Unos días sobre las nubes siempre vienen bien. Y más si es en compañía de las deliciosas caminadorassobrenubes María José e Irene, dos amores, una vida.
Uno
En la puerta del parque la senda por dentro del bosque de pino negro y abetos enormes, gigantes. Al poco la nieve y el hielo. Y la senda peligrosa bajo nuestros pies. El silencio por todas partes. Y la belleza descomunal. Ya en lo alto llegamos al inmenso Estany de Sant Maurici, blanco hielo. Y Els Encantats que lo dominan todo. Seguimos caminando hasta la cascada de Ratera, y más arriba su Estany. Rodeados de las más altas montañas donde se unen cielo y tierra, comemos bajo un enorme pino y echados oímos los sonidos del bosque. El tiempo se para.
En la puerta del parque la senda por dentro del bosque de pino negro y abetos enormes, gigantes. Al poco la nieve y el hielo. Y la senda peligrosa bajo nuestros pies. El silencio por todas partes. Y la belleza descomunal. Ya en lo alto llegamos al inmenso Estany de Sant Maurici, blanco hielo. Y Els Encantats que lo dominan todo. Seguimos caminando hasta la cascada de Ratera, y más arriba su Estany. Rodeados de las más altas montañas donde se unen cielo y tierra, comemos bajo un enorme pino y echados oímos los sonidos del bosque. El tiempo se para.
Dos
En la puerta del parque la bici armada y ya sobre ella caigo y caigo al bello pueblo de Espot, y más allá tomo el cruce a Son. Antes los pueblos de Estais y Jou. La soledad. Colgado de la montaña avanzo con el profundo Vall d'Aneu a los pies.
Algún susto en forma de sendas alocadas y en Son recuerdos de otro viaje ya tan lejano. Varado en la puerta del bar, la iglesia a mi espalda. Nadie. Cierro los ojos y puedo oír las risas y charlas de los ciclistas sentados en la puerta bebiendo cerveza..., y a la noche dando cuenta de la cazuela de escudella.
En vuelo libre hasta la Vall d'Aneu, paseo Valencia, Esterri y por último a La Guingueta recorriendo los prados llenos de vida y sus lagos.
En la puerta del parque la bici armada y ya sobre ella caigo y caigo al bello pueblo de Espot, y más allá tomo el cruce a Son. Antes los pueblos de Estais y Jou. La soledad. Colgado de la montaña avanzo con el profundo Vall d'Aneu a los pies.
Algún susto en forma de sendas alocadas y en Son recuerdos de otro viaje ya tan lejano. Varado en la puerta del bar, la iglesia a mi espalda. Nadie. Cierro los ojos y puedo oír las risas y charlas de los ciclistas sentados en la puerta bebiendo cerveza..., y a la noche dando cuenta de la cazuela de escudella.
En vuelo libre hasta la Vall d'Aneu, paseo Valencia, Esterri y por último a La Guingueta recorriendo los prados llenos de vida y sus lagos.
Tres
El primaveral día para pasear los pueblos de la Vall, tan bellos y tranquilos. Sube y baja constante visitando rincones olvidados y otros jamás olvidados. Una delicia para los sentidos pasear estas limítrofes tierras del Alto Pirineo en tan absoluta soledad. Un regalo.
El primaveral día para pasear los pueblos de la Vall, tan bellos y tranquilos. Sube y baja constante visitando rincones olvidados y otros jamás olvidados. Una delicia para los sentidos pasear estas limítrofes tierras del Alto Pirineo en tan absoluta soledad. Un regalo.
Cuatro
La tarde cae lentamente recorriendo los interiores de Catalunya, inmensamente bella. De Alós d'Isil a la Serra de Collserola como quien no quiere la cosa. Muchas tierras reconocidas, y otras recorridas por primera vez, y aún otras vistas con otra perspectiva, quien sabe si con diferentes ojos.
En lo alto de Collserola la Cali aparcada y la cena en la mesa y las luces ya se apagan y escribes unas letras que saben a poco para lo mucho que corre por la mente desbocada.
La tarde cae lentamente recorriendo los interiores de Catalunya, inmensamente bella. De Alós d'Isil a la Serra de Collserola como quien no quiere la cosa. Muchas tierras reconocidas, y otras recorridas por primera vez, y aún otras vistas con otra perspectiva, quien sabe si con diferentes ojos.
En lo alto de Collserola la Cali aparcada y la cena en la mesa y las luces ya se apagan y escribes unas letras que saben a poco para lo mucho que corre por la mente desbocada.
Cinco
La lluvia nos acompaña al centro de la urbe. Es Barcelona una ciudad única bajo el sol y bajo la lluvia. Más si cabe bajo la lluvia. En la UPC cobramos nuestra cuarta vida. Mi tercer amor. Y juntos festejamos por un día. Juntos.
A la noche nos rescata Anabel y Marta y Andrea y vamos a cenar tan rico todo y tan agradable compañía.
Es media noche y ponemos tierra de por medio. Despedidos, dirección Tarragona. En Clará echamos freno y descansamos frente al mar hasta la mañana. Visita al anfiteatro romano y nueva despedida.
Esto es otro viaje. Otra entrada.
La lluvia nos acompaña al centro de la urbe. Es Barcelona una ciudad única bajo el sol y bajo la lluvia. Más si cabe bajo la lluvia. En la UPC cobramos nuestra cuarta vida. Mi tercer amor. Y juntos festejamos por un día. Juntos.
A la noche nos rescata Anabel y Marta y Andrea y vamos a cenar tan rico todo y tan agradable compañía.
Es media noche y ponemos tierra de por medio. Despedidos, dirección Tarragona. En Clará echamos freno y descansamos frente al mar hasta la mañana. Visita al anfiteatro romano y nueva despedida.
Esto es otro viaje. Otra entrada.
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