M O R T I R O L O
De niño aprendí que para subir cuestas duras había que tomar carrerilla. Justo eso es lo que he hecho para atacar el temible Mortirolo: ¡tomar carrerilla.....desde casa!Un cuestón del 18 escondido en las remotas Sierras de les Pedrisses, allá por los pagos de Monòver. A toda mecha desde casa tomando las curvas sin ninguna consideración. Por aquello de parecer muy profesional, hago ligeras paradas para recargar el body y sin dilación sigo (ufff ¡qué profesional!!!:) Y así, como quien no quiere la cosa, plantado en Novelda sin despeinarme..., y sigo ahora con ligeras subidas, y ya, en un cruce, comienzan las hostilidades en forma de subidones, pedrolones y algún extravío... Nada nuevo bajo el sol, encaramado por el barranco venga arriba ni me inmuto. Eso sí, respiro con cierta frecuencia, qué interesante. En lo alto no hay vértice geodésico, ni unas vistas que se puedan tachar de espectaculares. De hecho, si no es por el precipicio que hay al otro lado, me lo paso jeje. Pero es el Mortirolo. ¡Cuidado!! Un respeto!!! Ya en bajada, una pared vertical y de morros en el Collado de Safra, con sus buitreras a tope. El infernal descenso recostado en el manillar. ¡Qué vacile! En el valle cambio de dirección y por las casas de la Safra al Barranc del Derramador que tomo y dejo al antojo de la velocidad sin límites que no me deja pensar. Solo rodar y rodar. Empotrado en Monòver, sigo por pistas y asfalto de camino a Novelda en un visto y no visto. Y deshago ya camino por donde vine un rato antes. Diossss qué velocidad. De no ser por los avituallamientos tranquilo hubiese estado en casa para sestear como si nada. La bici volando los caminos reconocidos. el sensor nunca falla. Voy frenando despacito, la mejor forma de parar la carrerilla...
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