jueves, 25 de septiembre de 2025

BICIOAVENTURA/ RUTA DEL QUIJOTE desde Puerto Lápice

RUTA DEL QUIJOTE

Los Caminos del Quijote son infinitos. Como infinita era la imaginación de su creador, Miguel de Cervantes. Con el tiempo y en los años que vivimos, donde nada se comprende sin la carga lúdico-turística, se ha creado por arte de birlibirloque una extensa red de rutas con el picante de que fueron recorridas, y sus pueblos visitados, por el mundialmente famoso caballero de la triste figura. 

Son más de 2800kms debidamente balizados por las administraciones correspondientes. Y unos pocos de ellos los que estos días del primer otoño nos disponemos a recorrer, con el sano propósito de revivir sus azarosas andanzas e imbuirnos de sus enseñanzas. 

1/ 

Primer día rodador de dos, pocos inconvenientes y solo disfrutar jaja Disfrutar de las planicies manchegas por estos lejanos lares en los que los cultivos de la vid y el olivo se intercalan de forma casi prodigiosa. 

Marcado a la salida de Puerto Lápice como Ruta del Quijote, así vamos hasta el pueblo de Villarrubia de los Ojos, entrada al Parque Nacional de Tablas de Daimiel. Ahora los caminos marcados como Camino Natural del Guadiana, y así hasta llegar a el Centro de Interpretación de las Tablas de Daimiel, que está cerrado, y a un enorme molino que igualmente permanece cerrado. Algo al buche en tan bucólico lugar para luego seguir camino y hasta una carretera sin apenas tráfico y donde cambiamos rumbo, ahora al Norte, y en el Caserío de Campomojao echamos el alto para visitar su Ermita. Ya nos queda poco para entrar en Malagón, y lo hacemos por carretera, que no lleva nada de tráfico. En el bar de la plaza cerveza y bocata. Y con el café también al buche le damos zapatilla para cerrar los últimos kms hasta la extraordinaria Venta Taray, donde hacemos parada y fonda. 

2/ 

En la Posada Taray, todo un lujazo!!, despertamos de un profundísimo sueño. Y aún despiertos seguimos abducidos por las circunstancias. Tras un soberbio desayuno, con las bicis calzadas, ponemos rumbo de vuelta a Puerto Lápice. 

Los primeros kms de asfalto para acabar tomando una pista que nos lleva por bajo de una carretera y más allá por bajo del AVE, y en las Casas de la Cruz de Piedra tomamos la Cañada de Santa Quiteris que nos enfila por la Sierra de la Calderina Allá vamos ahora lanzados a lo desconocido por medio de campos sin fin en una mañana del primer otoño absolutamente espléndida. Algún problema de navegación y así vamos de Cañada en Cañada y más allá, sobre el km 87, un desvío que nos mete en el monte a lo bestia. Y por un sendero guapísimo acabamos en un embudo donde solo se puede seguir recto y hay una cadena y un cartel que reza 'propiedad privada'. Como quiera que nos va la marcha, y aún a sabiendas que no se puede pasar y que a lo sumo nos encontremos del otro lado una puerta insalvable, ahí que vamos!! El paseo por dentro de Finca La Serrana, un auténtico lujo. Vemos un buen puñado de ciervos y, siempre en ligera caída, acabamos saliendo junto a una carretera y, claro!, un portón cerrado a cal y canto. Con la flor en el culo, al tiempo dando vueltas sin saber cómo pasar del otro lado, aparece un Jeep con un guarda del Coto de Caza y, tras un cruce de acusaciones jeje, accede a abrirnos la puerta. Asi, pasamos y podemos seguir nuestra aventura!!🥳🥳 (Decir que es fácilmente evitable NO tomar ese desvío, y la pista ancha en breve sale a la carretera sin problema alguno para enlazar...) 

Cruzamos la carretera y tomamos una pista marcada en los mapas como Cañada Real Soriana del Sureste. Una primera tachuela importante y ya arriba los campos magníficos por las faldas de la montaña. En general las pistas rápidas, y con tramos más bacheados en los que hemos de extremar las precauciones. Seguimos luego dirección Consuegra y vamos siempre pisteando embocando la parte trasera de la enorme loma que soporta el espléndido Castillo de Consuegra y un buen puñado de molinos de viento que ya hicieron furor con el caballero de la Triste figura... La pista desaparece y el sendero muy vertical y accidentado. Igual sigo la línea y, ya sobre la loma, el singular paseo por los muy cervantinos molinos de viento. La emoción lo puede todo! 

Pasado el 'momento' de la travesía, el rápido descenso al pueblo, donde me reúno en la terraza de un bar con la tropa. 

Restaurados, ya solo nos queda la vuelta a Puerto Lápice, en general con tendencia a bajar y en general con el piso en buen estado. Llegados a Puerto Lápice le tiramos a lo alto de la colina donde están sus tres molinos más auténticos. Las fotos y deshacemos camino y directos a la plaza del pueblo, donde cerramos el track.


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