Con mi hermano José F.
Engañar a la gente siempre fue una especialidad. De los tiempos en que mi tía Segunda me llamaba Zalamero a tomar tintes muyyy sexis en los gloriosos ochenteros como Ángel el Embaucador y hasta la dramática actualidad como el Puto Fake!!!Sin embargo engañar a tu propio hermano es algo que trasciende lo divino. Hoy el muchacho, de nombre José F. y apellidos compartidos, ha cogido la bici como el que va a una suelta de vaquillas... Esa ilusión que avivan los visionarios, los funambulistas, quizá los hijos del viento, gentes todas ellas con poco o nulo respeto a la vida??, ejemm... Una experiencia que ahora, sesteando, con la certeza de no haberse roto ningún hueso ni salido el hígado por la boca, sabe a gloria. ¡Bendita, por supuesto!!
En el Aeroclub el poco viento a la espalda y ya entonamos por los caminos del Portell de la Moleta y hasta la Hacienda Las Águilas. Enlazamos con la carretera del Monnegre y en plan disfrutón pasamos las aldeas de La Pólvora y Monnegre de Baix, con las estupendas vistas del río serpenteando en la clara mañana. Así y así hasta el Barranc dels Enamorats y poco más allá entramos en el pueblo de Monnegre de Dalt, y por su parte alta seguimos a la Casa del Pastor y al mirador del Barranc de les Salines, un paraíso aparte.
Deshacemos luego y por detrás de la Casa del Pastor tomamos la pista que lleva al Pantano de Tibi para, llegados a un cruce, irnos abajo en busca de la carretera de vuelta a Monnegre de Dalt. En el pueblo comemos la fruta que llevamos junto al río bajo el puente de Nuestra Señora de Los Ángeles y luego enfilamos el Barranc de l'Infern, que hacemos en subida hasta las faldas del Pico Escobella. Hechas las fotos en los miradores del Bec de l'Àguila, comenzamos el descenso por el Sabinar siempre buscando las pistas menos descarnadas, una ilusión, claro!
Bien abajo ya casi en la Rambla de Rambuchar, nos vamos a izquierdas en busca de los senderos que llevan a la carretera del Sabinar, para más adelante tomar un cruce a izquierdas y directos a Villamontes por la Rambla de Orgegia. Estamos ya cerca del punto de partida. Sólo nos queda enlazar por las tomateras de Bonny al Aeroclub, que habríamos hecho en el tiempo de un chasquido de dedos de no ser porque nos quedamos cotilleando las plantaciones megaindustriales que tienen Los Tomases de repollos y coliflores mmmmmm qué ricas😋😋😋!!!!!
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