miércoles, 9 de octubre de 2024

SEND/ Isla de Tabarca

 TA BAR CA

Hay días redondos redondos. Y este sin duda es uno de ellos. Viajar a Tabarca siempre es una alegría. Y en fechas como estas en las que el grueso del pelotón turístico ya se ha dado el piro, una maravilla. Dan vientos huracanados y todo tipo de malestares, pero lo que nos encontramos es un remanso de paz acorde con nuestros intereses. 

Ahí vamos tan tranquilos tomando la Tabarquera en el Puerto de Santa Pola a media mañana como los marqueses. Un trayecto con música de violines. Y cuando llegamos los pocos guiris que estamos nos esparcimos y al momento mimetizados en el encanto isleño. Caminamos la Isla Plana por Barlovento hacia la parte deshabitada y llegados a Punta Falcón por detrás del cementerio ya en Sotavento las aguas calmas que dan ganas de llorar. Llorar de alegría, claro. Henchidos de emoción bajamos a la primera calita que se pone a tiro y ya armados con escarpines y gafas en busca de las profundidades marinas, donde un pulpo sale a nuestro encuentro y queda prendado de los encantos de MJosé, a la que sigue a todas partes. El amor siempre tan imprevisible😍 Así y así, encandilados, pasamos el rato y luego por la línea de mar a otra playita donde rematamos un segundo baño. Para ser Otoño y dando mal tiempo no está nada mal jeje. 

Es ya medio día y directos a Mar Azul, donde nos espera el remojo en cervezas y un espléndido Ribera y un arroz con cocochas, gambas y ajos tiernos del que nos acordaremos una buena temporada😋😋 

Levantamos mesa con tiempo suficiente para entrar en el pueblo y callejearlo, un placer infinito. La tarde nos desplaza lentamente de vuelta al puerto donde la Tabarquera nos acoje para devolvernos a tierra firme libres de sobresaltos. El huracán será otro día... 

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