C A R R A M A I Z A
Complicado día bicicletero por la insistente lluvia y los caminos, auténticos barrizales, que convierten todo el sistema de transmisión de las bicis en un pastizal. ¡Peligro peligro!
Aún así, ahí voy, en compañía de mi incombustible primo Mansur, sobre la marcha cambiando la ruta y de últimas evitando el último tramo por el vigoroso río Castril, que nos había de llevar al bello pueblo de Castril, colgado de la roca y su puente...colgante. En otra ocasión se verá;)
Por lo demás, llegar a las cuevas de Carramaiza y preguntar a los lugareños por mi tía Visi, que fue maestra en la pedanía acabada la guerra, un regalo que no tiene precio. Por siempre, tía Visi, a tu lado. Te quiero amor.
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