todo cambia/nada permanece
Mantuve el vaso no el tiempo que se tarda en echar un trago. Lo mantuve incluso mas de una hora, que es lo que tarda en empezar a doler de verdad. Lo mantuve un día, o más, quizá una eternidad. Justo ese es el tiempo que se necesita para entumecer y desintegrar los musculos, los huesos... y también para aniquilar toda esperanza, paralizado, incapaz de hacer nada.¡Suelta el vaso!
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