Clásicos retocados
Aunque ya muchas veces rodada, este recorrido se disfruta siempre. Y en esta ocasión con el aliciente de conocer una zona nueva, ´no apta´ para bikers, pero igual, ahí vamos. Se trata de la Penya Mulero, una trazada de montañas que separan los dos pasos clásicos entre las vertientes norte y sur de la Aitana: Tagarina y Contador.
Aunque ya muchas veces rodada, este recorrido se disfruta siempre. Y en esta ocasión con el aliciente de conocer una zona nueva, ´no apta´ para bikers, pero igual, ahí vamos. Se trata de la Penya Mulero, una trazada de montañas que separan los dos pasos clásicos entre las vertientes norte y sur de la Aitana: Tagarina y Contador.
Como programadas, las bicis hacen el camino como las mulas de mis tíos, que iban a los campos zujareños, a El Lugar, Carramaiza, El Servalillo..., sin necesidad de ser guiadas.
Subimos por asfalto hasta el cruce de Tagarina y al km tomamos la pista a las antenas. Pasamos la cadena y venga arriba empujando un rato y mas adelante ya en el puerto de Tudons. Sin descanso en la pista a la Font de l'Arbre y mas arriba en la Forata. Platicamos un rato con unos senderistas. Algo de agua, algún fruto seco y el bocata mmmm q rico! El tiempo fresco, y ya en la senda de los gatitos a la font del Noguer y Partagás.
Cuando llegamos al Coll de Tagarina, sin respiro, enlazamos con la subida al Penyó. Al poco descabalgamos y coronamos a pie. Las vistas de la línea de costa desde el Mulero, con las imponentes y afiladas montañas de Bérnia y el Peñón de Ifach cayendo a plomo en el mar Mediterráneo, impresionantes. El Paso del Contador semiescondido, panorámica sin igual. Un espectáculo por primera vez visto.
Todavía nos resta un duro descenso por senda muy empinada y empedrada. Pateo y pateo. Ya abajo, sobre la pista del Contador, volamos al pueblo.
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