Delta del Vinalopó
Estupenda mañana en compañía de Los Bahías haciendo hambre por los senderos costeros que llevan a la desembocadura del río Vinalopó desde Playa Lisa.
Tras el paseo urbano, tan coqueto y bicicletero, llama la atención la gigantesca montaña de sal que hay a derechas. Un portento y nos preguntamos cómo los poderosos vientos de Levante no la afectan para nada! Pasamos el cascarón de una antigua embarcación pesquera muy fotogénica, y también dos baterías antiaéreas republicanas que hacían frente a los aviones fascistas italianos en tiempos de la Guerra Civil. Más allá la senda entre dunas sin pérdida bien marcada con palos verticales y paralela a la linea de costa, hacemos la Playa de Tamarit, que en verano se llena de bañistas nudistas y hoy, domingo soleado tras una semana de lluvias, aparece repletita de caminantes como nosotros. Una delicia de camino con muchas plantas autóctonas que sobreviven orgullosas a los vientos y la sequera, y de entre ellas los pinos rastreros, algunos de un tamaño considerable, auténticas joyas arquitectónicas naturales. Llegados a la Gola de les Salines, donde una compuerta regula el flujo de aguas dulces de las salinas al mar y de las saladas del mar a las salinas, y más allá enseguida nuestro destino: la desembocadura del río Vinalopó. Algunos pescadores en busca de los preciados cangrejos, de un tamaño que asusta, las fotos de grupo en tan señalado emplazamiento, y ya ponemos rumbo de vuelta al punto de partida.
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