BTT/ Serra de Bèrnia desde Altea

Rutas alacantonas TOPten

1#Vuelta a la Sierra de Bernia

En Capnegret dejamos el coche y ya sobre las burras cruzamos el Río Algar para recorrer la espectacular Playa de la Olla.

Pasado el Puerto de La Galera subimos por senda a asfalto y pasados los túneles de Mascarat tomamos un desvío a izquierdas para atacar la cara Norte de la Sierra de Oltá. Entramos en calor y bien con algunos repechos fuertes. Ganado un collado giramos a izquierdas para tomar un endurero sendero que nos baja cerca de la autopista. Le tiramos en un continuo sube y baja por asfalto sin coches dirección Norte, por un túnel cruzamos la autopista y encaramos la Lloma Llarga.

Estamos en el segundo tachuelón del día. Las vistas excepcionales de toda la costa. El frío y el viento nos acompañan desde que salimos, y ahora, al ganar altura, el tema se hace ...desagradable? Por fin ganamos la cara norte de La Solana y caemos a la muy rota Serra de la Venta, una zona especialmente bella, con casas diseminadas y campos muy cuidados. Tramos rápidos y otros muy pedregosos. Comenzamos el tercer gran paredón del día y subiendo subiendo llegamos a Cases de Bèrnia/Pinos.

En el bar los guiris con los cafés. Unas cervezas y los bocatas que llevamos en el porche y al tiempo salimos disparados con el frío bien dentro. La subida nos espabila y templa. Nuevos tramos muy pedregosos. En el Collado, la divisoria con la Sierra de Ferrer y al frente el pueblo de Tárbena. Giramos a izquierdas y golpeados por el viento avanzamos penosamente por la senda que se va empinando, con muchos tramos en los que hay que poner pie en tierra. El siguiente Collado se gana si o si caminando.

El espectacular mirador, las fotos y la charla con dos andarines valencianos. Luego bien cerca en el Fort de Bèrnia seguimos encandilados por los paisajes y la tarde atiborrada de nubes negras.

Alucinante. Seguimos luego por la senda con mucho pateo y la bici colgada por runares y pedreras. Ganamos la Font del Runar y enseguida en las bonitas casas del Pla de Riquet, a donde llega el asfalto. La antigua pista alquitranada ahora sábana de seda. Nos dejamos caer a toda velocidad. Ya no podemos tener más frío. Una vez abajo buscamos carreterillas sin apenas tráfico que nos devuelven rápido al punto de partida.

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