domingo, 2 de febrero de 2020

BICIOAVENTURA/ Bajo Aragón. Rubielos de Mora y Mora de Rubielos

RUBIELOS Y MORAS
Completo weekend recorriendo las salvajes tierras del Bajo Aragón. 
DIA UNO
A la noche las calles de Rubielos de Mora desiertas. Cualquiera diría que estamos solos. Ni ruidos ni coches ni diosss, apenas frío. Todo tan inusual. O casi, porque al recorrer el Vía Crucis encontramos un bar con música. Ahí vamos, nada como la socialización. Despejadas las dudas ya podemos irnos a descansar...
La salida de Rubielos siempre en subida. Los primeros kms por pista abierta hasta la fabulosa atalaya de la Ermita de Santa Isabel, con sus majestuosas vistas de la Sierra de Gúdar. Aquí la pista desaparece y el entramado de sendas hasta ganar el Alto de Peñarroya y luego la bajada a Fuentes de Rubielos-, siempre sobre el hilo, con tramos difíciles y otros de porteo. Aún así vale y mucho la pena por los paisajes de ensueño. Ya en el pueblo lo visitamos y tras algún despiste tomamos la senda buena en busca de las Peñas de Santa María dirección Olba. Y seguimos con fuertes subidas y tramos muy endureros en los que hay que estar muy al loro. Las vistas del cañón del Arroyo del Rubielos, únicas! Cuando por fin llegamos a Olba buscamos su bar y descansamos un rato al calor de las conversaciones con los lugareños y un buen bocata entre pecho y espalda. A la salida por más sendas caemos al bravo río Mijares y visitamos algunas pedanías de Olba, como Los Pertegaces y Los Villanuevas. En esta última nace una pista en buen estado que se empina de lo lindo por unos buenos kms y ya arriba sale a unos llanos con pinares infinitos, y en un continuo sube y baja nos devuelve dulcemente al punto de partida.
DÍA DOS
Mora de Rubielos está on fire. Valencianos de toda condición alardean de su poderío económico en un finde en el que se van a esquiar y a degustar, sin complejos. Todo fluye por sus calles a golpe de talonario, de bar en bar. 
Nosotros a lo nuestro igual buscamos y encontramos el Vía Crucis, que con devoción torera recorremos en la más romántica oscuridad...
Bien temprano en la plaza nos cruzamos con los cazadores. Ellos tiran a poniente y nosotros a levante. Ya por pista nos encontramos con el crecido río Alcalá. Imposible cruzarlo. La ruta prevista salta por los aires a las primeras de cambio. Así, le tiramos por asfalto a Alcalá de la Selva. Los primeros kms en subida hasta un bonito collado y luego coronamos en todo lo alto. Neveros y buenas vistas del Cañón del río Alcalá. Luego rápida bajada al coqueto pueblo. Enfilamos luego a Cedrillas, haciendo unos primeros kms en subida, y al cambiar de valle todo se ensancha. Rápidos llegamos al pueblo con su espectacular castillo. Comemos algo en la plaza y ya por la carretera que lleva a El Castellar. Continuos sube y bajas hasta coronar en un collado y la rápida bajada enseguida en el pueblo. Por el valle del río Vallbona casi siempre en bajada nos metemos en un plus plas en Cabra de Mora. En su plaza los cazadores con sus perros y sus armas y unos cuantos jabalíes con el ojo torcío.

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