SEND/ Sepúlveda /Hoces del Duratón

SEPÚLVEDA /Hoces del Duratón

Historia viva de nuestro país, Sepúlveda, absolutamente espectacular. Su grandeza no solo se mide por la magnitud de sus innumerables monumentos; también lo hace por lo vivo que está su pueblo, sus gentes. Cabeza de partido, un mundo en miniatura que a lo largo de los siglos y hoy día sigue dando lo mejor de sí mismo. 

Comidos en un bar de Plaza España, las nubes invitan al paseo. Y ninguno mejor que la Senda de los Dos Ríos. Ahí vamos en busca de la primera hoz por detrás de la Iglesia de La Peña y hasta su mirador. Impacta. La iglesia y el mirador. Se sombra en sombra y por fin salimos de la ciudad en busca de la Puerta de la Fuerza. Un lugar impactante, en mitad de ningún sitio, abocados al camino que lleva a las hoces del Duratón, y con la magia de un muy nutrido grupo de buitres que nos sobrevuelan a apenas unos metros. Estremecedor!!! Pasamos la vetusta puerta y en bajada al río y en el Puente Picazo echamos un alto. Som ra, baño y sesteo. ¡Qué más se puede pedir!! 

De nuevo en marcha, por la margen derecha del río el avance por parages de alto valor ecológico. La fuerza del agua y los chopos y su sombra. Así hasta una cerrada potente del río que vira a izquierdas y el camino que se incrusta en la roca y una pasarela para ganar altura y salvar el paso. Muchas buitreras y vistas sin parar. Del otro lado acabamos cayendo de nuevo al pecho del río y hasta la Fábrica de Luz, que hoy luce en ruinas... Más allá acabamos ganando el Puente Talca no, muy remodelado hoy día, y subimos más allá por detrás de una loma para acabar cayendo al lecho del río Caslilla, con vistas a lo lejos de la ciudad de Sepúlveda. Un rato junto al lecho y más allá llegamos a la Puerta del Castro, hoy casi totalmente caída. Se trata seguramente del primer anillo fortificado de la antigua ciudad medieval. Muy llamativo. Seguimos camino juntos a la antigua muralla y nos lleva a otra puerta, está con un enorme empaque: la Puerta de Duruelo. El camino marcado como peligroso por posibles desprendimientos nos lleva. Alas puertas de la ciudad. Más con rectamente a la Puerta del Río. Un punto absolutamente único, de una belleza sin par. A la vez habitada y a la vez medio hundida. Difícil de entender... 

Paseamos las calles del pueblo llenas de gatos, y nombres curiosos, y así hasta la Casa del Parque, donde nos informan de las grandezas del Parque Natural de las Hoces del Río Duratón. Muy recomendable. Seguimos luego el paseo intramuros, las ultimas fotos antes de cerrar el track cerca de la Plaza de España.