lunes, 29 de junio de 2015

travesíaVivacBTT/ PIRINÉS Epic Trail Xtrem

P        I        R        I        N        É        S
e    p    i    c       t    r    a    i    l
x         t                   e          m
A la limón los tracks de la EPIC CLÁSICA, de El Padrino y sus secuaces, que la hacen en cinco días con alforjas; y la EPIC XTREM, del mítico Aníbal, sin equipaje en cuatro días. Nosotros, Pro, Marcos, Alberto y yo, con un petate y una mochila/ +-20l+20l, durmiendo al raso dos de las tres noches de la travesía.
Sorprendente carrera por los Pirineos más salvajes, las comarcas oscenses de Ribagorça y Sobrarbe. Paisajes de ensueño para una ruta dura de veras. Sin concesiones ni una sola pedalada. El sabor de la aventura en estado puro.

www.cealicante.org   /we´re making history
Día uno/ de El Pont de Suert a Gabás
Viajar de Alicante a los Pirineos centrales no es moco de pavo. Y mas si en Flix, justo cuando sales del coche para ir al bar a cenar te cae el diluvio universal. Justo así nos pasa, con el agravante de que nos cierran el bar en las narices y tenemos que 'nadar' para llegar a otro. Así es como llegamos a El Pont de Suert: calados y a las tantas. Menos mal que el Hotel de las Mil Estrellas no cierra...;)
Sin prisas, bien entrada la mañana, todo recogidito, iniciamos la EPIC TRAIL.
Ganando altura sin parar por un precioso valle siempre a Poniente. Estamos en La Franja. Sus tierras y sus gentes, historia viva de la España verdadera.
Por sendas imposibles a Laspaúles, donde comemos. Y luego al tremendo río por donde nos guía la XTREM más salvaje, adentrándonos en las entrañas de lo desconocido y más allá. Tan bella la cerrada como difícil avanzar. Las horas pasan enfangados en paisajes alucinantes, vadeando el río una y mil veces. Cuando llegamos a Espés ha pasado casi toda la jornada y no hemos hecho ni un tercio de la ruta prevista. Igual charlamos con los vecinos del pueblo como el que no va a ninguna parte. Es la grandeza de llevar la casa a cuestas. La prisa quedó en el chaparrón de Flix.
La increíble luz de la tarde nos acompaña hasta la diminuta aldea de Gabás, colgada de la montaña, donde montamos el vivac junto a la ermita. Lavados y cenados, ya en los sacos, las nubes dejan paso a un cielo limpio, atmosférico. Respiro hondo y con los ojos entreabiertos vuelo junto a la solitaria luciérnaga, que me lleva de viaje de vuelta a mi niñez, enlazando sueños grandiosos bajo el manto de estrellas.
Laspaúles


Espés

Gabás

Día dos/ de Gabás a Plan
La puesta en marcha del segundo día, trabada por el reventón de la rueda trasera de Pro. Y es que las bajadas por el enorme caos de pizarra suelta es lo que tienen... Cuando por fin llegamos al valle, en el pueblo de Seira nos ponen para almorzar varios jamones con algo de pan. Doblados, seguimos la marcha. Un rato de asfalto y de nuevo al lío. Bosques inabarcables y pueblos semiabandonados hasta llegar al collado de Cullivert. Nueva divisoria, los mismos extraordinarios paisajes. En el descenso, nuevo pinchazo, esta vez de Alberto. El sol aprieta fuerte cuando ganamos Lafortunada. Poco que rascar y seguimos ya bien tarde a una gasolinera donde nos avituallamos de fruta del tiempo. Cae la tarde y encaramos con las fuerzas justitas el último tramo de la maratoniana etapa, primero por asfalto cruzando túneles 'de los de antes', y luego siguiendo la XTREM, entrando a lo grande en Plan ya con la noche encima. Encontramos acomodo en la Venta Reche. Duchados, restaurados y descansados hasta la mañana siguiente.


Día tres/ de Plan a Sos
Encajonados en el estrecho valle del Cinqueta, subimos al vecino pueblo de San Juan de Plan. Y más allá en busca del Refugio de Biadós, en la base del mítico Posets. Algo antes de llegar, nuestro camino gira brusco y ahí estamos: enganchados a la pared hasta coronar el collado de Chistué, donde una estupenda balsa con sus caños aplacan nuestra sed. Ahí vamos ahora cuesta abajo, viendo en el fondo del profundo valle el pueblo del que salimos por la mañana. De nuevo en un giro brusco, el track nos mete por una senda imposible. En subida con la cabra a cuestas un buen rato. Y luego perdidos en la cuerda hasta por fin dar con la pista que sube al Collado de Sahún. Serán todavía 5 kms de duro pedaleo. Y cómo no, en lo alto el premio. Las enormes montañas de los Pirineos, con un montón de picos por encima de los 3000 m que casi se pueden tocar desde tan privilegiado mirador. El descenso a tumba abierta a Chía, donde nos dan de comer, o de merendar..., o de cenar. Todavía 3 kms de rápido descenso al valle, a Castejón de Sos, donde compramos viandas. Reventados del duro día y de la copiosa comida en Chía, aún nos queda una tremenda pared para llegar a la aldea de Sos. Pista arriba a las afueras del pueblo damos con una fantástica pradera donde acomodarnos para pasar la noche. Sólo Pro se atreve a comer algo. Los demás sumergidos en los sacos sentimos cómo se aleja todo: las voces extrañas, el vuelo de los insectos y los últimos pájaros, el ondulante movimiento de las ramas de los árboles cada vez más distantes, ya casi imperceptibles, y el color de sus hojas, ya casi negro, y ya se funden con la límpida atmósfera..., atrapada en mil puntos brillantes guardando entre ellos la equidistancia debida..., y ya son uno... 

 
 
 
 
 
 
Collado de Sahún/ 2018 metros
 
 
 
Día cuatro/ de Sos a El Pont de Suert
La estupenda noche deja paso a una mañana limpia y clara. Desperezados aún en los sacos, desayunamos y ya en subida al vecino pueblo de Ramastué, donde nos lavamos, cargamos agua y charlamos con los vecinos. Al rato, por pista bien sentada siempre en subida en busca de la Estación de Esquí de Cerler. Llegados a ella, fotos de rigor y seguimos por un valle vecino hasta el Ampriu, parte alta de la Estación, donde comemos lo que nos resta en los petates, y bebemos la poca agua que algunos turistas nos regalan. Con el sol bien alto y el estómago servido, sin microsiesta, afrontamos el paredón de 500 mts de desnivel que nos separan del techo de la EPIC TRAIL: el collado de Basibé. Más rotos que enteros acabamos encaramándonos en la cumbre.  Foto de grupo y toca bajar. La caída es todo un reto, pues el paisaje se abre descomunalmente salvaje sin sendas ni señales. Divisamos ibones, los inicios de riachuelos que rápido se convierten en torrentes y más abajo en bravos ríos de montaña. El sol aprieta de lo lindo. Sufrimos varias caídas. Igual avanzamos emocionados por la belleza de los paisajes. Después de una loma divisamos un refugio de montaña y un coche. Hacia allí nos dirigimos. Más abajo un pueblo abandonado. Y aún más abajo, un pastor con un enorme rebaño de vacas nos acompaña a un manadero de agua que nos sabe a gloria. Repuestos de la enorme paliza, aún nos separan más de 30kms para llegar a El Pont de Suert, de donde salimos hace 4 días. Pistas y carreteras, algún pequeño pueblo, y ya por fin entramos en El Pont. Las toallitas húmedas obran milagros para adecentarnos e irnos al casco antiguo a pasear e hincar el diente. Ya medianoche buscamos el Hotelito de las Mil Estrellas donde dormimos el primer día. 
Ramastué
Cerler





Collado de Basibé/ 2365 metros/ cota máx.EpicTrail

 




Como en un sueño hemos dado cuenta de una de las carreras más increíbles que se pueden hacer en el Pirineo. Enormemente agradecidos a las montañas y los bosques por habernos acogido en su seno, a los torrentes y gargantas por haber saciado nuestra sed. Y también al calor de las gentes que viven ensimismados en estas legendarias tierras, por habernos hecho sentir como en casa.
Un paraíso para la BTT. Un nuevo reto conseguido. Una ruta auténticamente salvaje que ya forma parte de nuestra historia. Una historia que vamos marcando a golpe de pedal, conformando paraísos allá por donde pasamos.